Aime Williams, para el Financial Times, señala que Donald Trump mediante una orden ejecutiva, impone fuertes aranceles de hasta el 25% a Canadá, México y China; lo que es el inicio de una nueva era de guerras comerciales con sus 3 socios.
Son para todas las importaciones a excepción de petróleo y los productos energéticos canadienses, que enfrentarán un gravamen del 10 %. Las importaciones de China se enfrentarán a un arancel del 10%, además de los aranceles existentes.
Trump dijo que utilizó poderes de emergencia para emitir los aranceles “debido a la gran amenaza de inmigrantes ilegales y drogas mortales que matan a nuestros ciudadanos, incluido el fentanilo.
Las tarifas más bajas para la energía canadiense tenían como objetivo minimizar los “efectos disruptivos” sobre los costos de la gasolina y la calefacción de los hogares en Estados Unidos, pero no habrá más exclusiones.
Cada orden contiene una cláusula de represalia. No hubo una respuesta inmediata de los socios comerciales de Estados Unidos, aunque se esperaba que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, anunciara aranceles de represalia más tarde esta noche.
La embajada china no respondió a una solicitud de comentarios. Pero la medida fue rotundamente condenada por grupos industriales y economistas, y la Cámara de Comercio de Estados Unidos advirtió que “elevaría los precios para las familias estadounidenses y alteraría las cadenas de suministro”.
El presidente utilizó la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional, una autoridad ejecutiva que le permite responder a emergencias por medios económicos, para aplicar los gravámenes sin la aprobación del Congreso. La ley no se había utilizado anteriormente para promulgar aranceles.
Tal parece que la inmediatez de lo hecho es una señal de la voluntad del presidente de utilizar los aranceles para presionar a sus aliados en cuestiones que van desde la inmigración hasta el tráfico de drogas y Trump ha señalado que Canadá y México , no han hecho lo suficiente para frenar el flujo de opioides mortales hacia Estados Unidos, es decir el fentanilo fabricado en China y distribuido por México y Canadá”. Ello además conlleva un tema de seguridad fronteriza” y déficit comercial. Parece que también colocara aranceles a la Unión Europea.
Trump se abstuvo de imponer el arancel del 60 % a las importaciones chinas con el que había amenazado durante la campaña presidencial. El gravamen del 10% fue diseñado para castigar a Pekín por el flujo de ingredientes para fabricar fentanilo, un opiáceo mortal que ha sido la principal causa de muerte entre los estadounidenses de entre 18 y 45 años en los últimos tres años. Pekín tomó medidas enérgicas contra la exportación de fentanilo hace varios años, pero los grupos en China comenzaron a exportar precursores químicos a cárteles en México para producir el producto final.
Hay quienes señalan que habrá dolor inmediato en el sector automotriz, pérdida de empleos y una probable recesión en Canadá.
Como se ve, el tema del poder que exhibe el presidente, lo lleva a decidir cosas que se pensaba tomarían un tiempo. Pero tal parece que no será así.