La Incertidumbre en una inversión, es cuando no tienes ni idea de cómo se va a desarrollar esta. El riesgo es cuando tienes algo claro de tu inversión y allí entra el tema de la probabilidad a la cual puedes cuantificar y matematizar. Esto lo trata la “Ingeniería económica”.
Hay extensos artículos que dicen que no existe el riesgo cero, que no hay que poner todos los huevos en una misma canasta o si se quiere a mayor riesgo mayor rentabilidad, pasando por las rentabilidades económicas, financieras, sociales y hasta del accionista.
Y claro hay disquisiciones que rebasan a esta columna, como que hay activos que no son sujetos de oferta porque el que los posee es coleccionista o si se quiere tiene una prohibición en su uso por una autoridad o qué se yo. Eso es otro nivel de discusión.
LA RENTABILIDAD
Son los beneficios que se han obtenido o se pueden obtener, de una inversión que hemos realizado. Es un concepto muy importante, porque es un buen indicador del desarrollo de una inversión y de la capacidad de la empresa para remunerar los recursos financieros utilizados.
RENTABILIDAD ECONÓMICA
Hace referencia a un beneficio promedio de la empresa por la totalidad de las inversiones realizadas.
Se representa en porcentaje y se traduce de la siguiente manera: si la rentabilidad de una empresa en un año es del 10% significa que ha ganado US$ 100 por cada US$ 1000 invertidos.
Compara el resultado que hemos obtenido con el desarrollo de la actividad de la empresa con las inversiones que hemos realizado para obtener dicho resultado. Obtenemos entonces el EBITDA acrónimo del inglés Earnings Before Interest, Taxes, Depreciation, and Amortization (beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones), es decir, el beneficio bruto de explotación calculado antes de la deducibilidad de los gastos financieros.
RENTABILIDAD FINANCIERA
La ROE (return on equity) hace referencia al beneficio que se lleva cada uno de los socios de una empresa, es decir, el beneficio de haber hecho el esfuerzo de invertir en esa empresa. Mide la capacidad que posee la empresa de generar ingresos a partir de sus fondos.
Por ello, es una medida más cercana a los accionistas y propietarios que la rentabilidad económica.
En términos de cálculo es la relación que existe entre el beneficio neto y el patrimonio neto de la empresa. Hay tres maneras de mejorar la rentabilidad financiera: aumentando el margen, aumentando las ventas o disminuyendo el activo, o aumentar la deuda para que así la división entre el activo y los fondos propios sea mayor.
RENTABILIDAD SOCIAL
Hace referencia a los beneficios que puede obtener una sociedad de un proyecto o inversión de una empresa. Es independiente del concepto de rentabilidad económica ya que un proyecto puede ser rentable socialmente pero no serlo económicamente para el inversor. Normalmente es un concepto que se aplica en la construcción de infraestructuras en una sociedad. Por ejemplo, la construcción de una carretera será rentable socialmente si los ciudadanos ahorran en tiempo, comodidad y precio al utilizar la nueva carretera y no otra.
Hay inmerso en todo esto una teoría de los Precios Sombra, la que estuvo de moda en los 70’s así como los costos equivalentes anuales cuando los beneficios de algo eran notorios o si se quiere el tráfico de pasajeros y no los peajes de carreteras y un sinnúmero de técnicas cada una más compleja que las otras y que se nutren de las famosas Tasas Internas de Retorno, el ratio de costo/ beneficio y el valor presente neto. En los cuales el tamaño y la vida útil de los proyectos juega un rol especial.
LA PREVISIONAL
Es decir, la acumulación que genera la rentabilidad es en monetarios, vía valores o activos financieros y que en el tiempo se supone servirán para una pensión, fijada en años de término de la vida laboral. En la vida útil de la inversión que puede ser de hasta unos 30 o 40 años, hay variables que le hacen a la rentabilidad como son el tipo de cambio, la inflación y asimismo los valores de los activos en bolsa, fondos mutuos, entre otros.
Y aquí el problema es que el uso del valor cuota u otro para expresar rentabilidades, incluso reales porque se usa el índice de precios al consumidor, de hecho trastocan lo que al final importa al jubilado es que cómo se proyecta su pensión de reemplazo.
Pero lo que si no se puede argüir y es lo que importa, es que el portafolio del trabajador en una AFP no pierde ni gana, si es que hay variaciones en estas variables de cambios en los precios de los activos financieros, pues nada se gana o nada se pierde sino hasta cuando se efectúa la operación.