Chequeo información gráfica que viene de los EEUU y me quedo atónito, pues, aunque se me advierte que la misma está probablemente subestimada sin directamente los gastos enormes de la pandemia habida hace unos meses, una encuesta señala que en el reino de las pastillas y medicamentos en general, muchas con prescripción médica y otras que usted puede adquirir por mayor volumen en los markets, para los dolores de cabeza o preservar infartos, alrededor del 55% de los adultos estadounidenses toman medicamentos recetados diariamente o con más frecuencia.
La misma investigación señala que alrededor de un tercio dice que toma medicamentos rara vez o nunca, lo que no es una cifra despreciable, sin duda alguna.
Pero se señala que una complicación es que algunas personas deberían tomar medicamentos, pero no pueden pagarlos.
Otros podían prescindir de sus recetas. Sin embargo, otros sufren efectos secundarios.
Los datos realmente no nos dicen lo que debería estar sucediendo en la vida real y, a juzgar por la esperanza de vida y otros datos de salud agregados, no está claro cuánto beneficio neto para la salud brindan todos estos medicamentos. No hay una investigación prolija al respecto.
Pero sí se suman todo esto hay sin duda una industria farmacéutica enormemente rentable.
El gráfico que adjunto a esta nota en idioma inglés muestra los resultados de la encuesta que no dejan de ser interesantes para la población adulta de los EEUU.
El mismo se refiere a los que tienen receta médica. Y de mayor a menor en la gráfica traducido al castellano se tiene que: varias veces al día 20% de usuarios; diario 35%; varias veces semanales 5%; una vez a la semana 3%; menos que ello 2% y no muy frecuente, pero si necesario cuando me siento mal o enfermo 18%. Y, además, hay un 16% que señaló que no toma medicación alguna.
Como se ve esto es un inmenso negocio y sin duda cada vez más adelantado tecnológicamente, pues ello sala a cada momento en los medios de comunicación diversos avances contra las enfermedades y se demostró con la epidemia de Covid, que se realizó o un gran esfuerzo para acelerar el desarrollo de vacunas que protegieran frente al nuevo coronavirus (SARS-CoV-2).
Así, por ejemplo, la Agencia Europea del Medicamento (EMA, en sus siglas en inglés) es el organismo competente para garantizar la evaluación científica, la supervisión y el seguimiento de la seguridad de los medicamentos de uso humano y veterinario en la Unión Europea (UE).
Las vacunas se adquirieron de manera conjunta con todos los países de la Unión Europea, coordinados por la Comisión Europea y fueron 4 las autorizadas en la Unión Europea frente a la COVID-19, la Comirnaty de Pfizer/BioNTech, la de Moderna, la de Oxford/AstraZeneca y la de Janssen.
En el caso de los EEUU se tuvo todo un plan para la producción y administración de vacunas cosa que se hizo con singular éxito. Y, a China tuvo la suya la vacuna de Sinopharm (de nombre en clave BBIBP-CorV) conocida a veces como Vero Cell o Sinopharm, que erade virus inactivado desarrollada por Sinopharm (China).
La vacuna completó los ensayos clínicos de fase III en los Emiratos Árabes Unidos, Argentina, Baréin, Egipto, Marruecos, Pakistán y Perú, con más de 60 000 personas. Aquí en Perú tuvo sendos problemas de diversa índole aun no resueltos.
En noviembre de 2020, alrededor de un millón de personas recibieron la vacuna a través del programa de uso de emergencia de China. En diciembre de 2020, 100 000 personas en los Emiratos Árabes Unidos, recibieron la vacuna como parte de un programa voluntario.
El 9 de diciembre de 2020, la vacuna obtuvo el registro oficial en los Emiratos Árabes Unidos, después de que un análisis intermedio de los ensayos de fase III mostrara que BBIBP-CorV tenía una eficacia del 86% contra la infección por COVID-19.
Sinopharm esperaba producir mil millones de dosis de BBIBP-CorV en 2021. El 7 de mayo de 2021, la Organización Mundial de la Salud aprobó la vacuna para su uso en COVAX. Como se ve un “Business” total.
En rigor estas son las vacunas que se aprobaron a nivel internacional por las autoridades sanitarias:
Pfizer-BioNTech (EE.UU).
Moderna (EE.UU).
Sputnik V (Rusia).
Jhonson & Jhonson (Reino Unido).
AstraZeneca (Reino Unido).
Sinopharm (China).
Sinovac (China).
Covaxin (India).
Covovax (India).
Perú empezó el combate de esta epidemia con un confinamiento que ha sido muy criticado y a todo nivel, y compro la vacuna China adquiriendo 300 mil dosis y “Pruebas Rápidas”. Luego se optó por la prefirió la de Pfizer BioNTech.
El negocio tal parece que fue viento en popa, pues hasta los recursos del FEF se extinguieron y el endeudamiento creció una barbaridad; pero las investigaciones al respecto van aún muy lentas.
