Hace un lapso, los zurdos se indignaron pues la Wiphala, la bandera de estos, fue comparada con un mantel de chifa, pues no existió en el Tahuantisuyo.
Ella es un pedazo de tela de diseño multicolor combinado con otros, en utensilios y prendas diversas, que no representa a pueblos originarios, como se pretende.
Lo que sí es complicado de entender para los zurdos, es que el costo de oportunidad es enorme estos fascinerosos denominados eufemísticamente “manifestantes”.
Si a esto se agrega no aritmética, sino geométricamente, el que perdamos incluso con los buenos precios que están en el mercado nuestras materias; cada día que pasa es una victoria para estas fuerzas oscuras que quieren a toda costa el poder total.
Me adentré por ello al viejo juego de la piedra papel o tijera, conocido con varios nombres extraños como chin guas pul, pikachú y yan keng po. En el existen la piedra, que vence a la tijera; ésta que vence al papel cortándolo, y éste vence a la piedra envolviéndola. Se utiliza para decidir quién de los contrincantes hará algo, o para dirimir algún asunto.
El origen del juego se ubica en China y se cree que se dio a conocer a fines del siglo XIX, con la llegada de los inmigrantes japoneses a Perú.
Hay copiosa información al respecto, lo que incluye a países de habla inglesa en que a este juego se le llama como rock, paper and scissors.
Por la etapa que atravesamos, polarizada, en que hay una mezcla de torre de babel, opiniones diversas renuncias de la presidente, cierre del Congreso, adelanto de elecciones, amén de existencia de terrucos, vándalos, gente de Bolivia que trae balas dum dum y además incendiar la pradera y un enorme etcétera, que la verdad confunde.
Encima se trae a colación 200 años de la república perdidos, la posibilidad de un narco estado, el apogeo de la megainformalidad, el fracaso del modelo liberal, entre otras macanas.
Y, por supuesto una economía abandonada y no priorizada en su trilogía de ventajas competitivas que son la minería, el turismo y la agro exportación.
¿Es que mejor echamos a la suerte nuestro devenir y tratamos de sacar lo que mate a los otros con papel o tijera o lo que sea?. Pues la paz no viene sola y el liderazgo y el uso eficiente por lo menos de nuestras extraordinarias FFAA está en un absurdo stand by.