Uno puede leer que la inflación interanual de octubre (2.01%) fue mayor que la de septiembre (1.78%) y que la inflación sin alimentos y energía fue menor 2.50% respecto al mes previo 2,64%
La inflación se basa en el IPC (o Índice de Precios al Consumo) que, mensualmente, elabora el INEI (Instituto Nacional de Estadística) en base a 12 grupos y que supone sólo cambios en los precios pues la “Canasta Básica” de cantidades se supone fija, ya que se usa el Índice de Laspeyres; algo a lo que yo me opuse cuando tuvimos el camino siniestro para la hiperinflación en época de Alan García.
Los rubros son: alimentos y bebidas no alcohólicas; bebidas alcohólicas y tabaco; vivienda, vestido y calzado; menaje; medicina; transporte; comunicaciones, ocio y cultura; enseñanza; hoteles, cafés y restaurantes; otros bienes y servicios.
Cada uno de ellos con su respectiva ponderación .Pero existe asimismo la “Inflación Subyacente” que se calcula por métodos estadísticos y econométricos.
Los estadísticos con base del IPC y los econométricos con una base teórica y excluye los productos más volátiles como son alimentos no elaborados, la energía y el combustible. Esto para medir mejor el aumento del costo de vida y los resultados de la política monetaria en el país.
Para el Índice de precios al consumidor( IPC) se calcula dividiendo el precio de la canasta básica en un tiempo específico entre la canasta del tiempo( año) base multiplicando el resultado por 100.En octubre de este año ella fue de 1,68% y se calcula entre 2,5y 2.8% para todo el 2024 .
La inflación subyacente, además de ayudarnos a saber lo que aumenta el coste de la vida, también hace posible la medición de los resultados de la política monetaria de un país , al excluir los factores transitorios que, de tenerse en cuenta, ofrecerían un dato que sería menos preciso.
Esta medida básica se ha convertido en la “Inflación Subyacente”. Y es una forma estándar de evaluarla. Desde entonces se han propuestas otras medidas y hasta hace poco las historias contadas eran similares.
Ver: https://www.bcrp.gob.pe/docs/Publicaciones/Revista-Estudios-Economicos/06/Estudios-Economicos-6-2.pdf
En la década del 70 un conflicto bélico involucró a varios países productores de petróleo e hizo que el precio del crudo se disparara dramáticamente de US$ 3 a US$ 12 el barril. . Ocasionó esto problemas y se dio la necesidad de encontrar un mecanismo capaz de medir el impacto de aquella crisis. Y ya señalamos que la inflación tradicional se diferencia de la subyacente pues toma en cuenta la evolución de precios a nivel general, en un listado amplio que contiene los bienes y servicios que consumimos y se mide mediante el IPC y el método de Laspeyres .
En rigor, la subyacente no toma en consideración la energía, es decir electricidad, gasolina luz; ni a los alimentos no elaborados como son las frutas, verduras, pero si los procesados. Asimismo, la inflación tradicional se utiliza para comparar la evolución de los precios a largo plazo, como por ejemplo de forma anual analizar su comportamiento año por año. La subyacente permite hacer una medición a corto y mediano plazo, comparando un mes o un trimestre con otro. Y con ello se logra un mejor acercamiento a cambios en los precios, pues no hay método infalible y en eso estamos en el día a día con una economía cambiante.