Al decir del analista Alasdair Macleod, los mercados de valores parecen estar listos para una importante retracción, o incluso un mercado bajista severo, ya que es poco probable que los rendimientos de los bonos caigan mucho antes de volver a subir. Por ello presento su reciente análisis sobre el mercado que es aleccionador.
El reciente recorte de 50 puntos básicos de la tasa de fondos de la Reserva Federal fue fuerte y es poco probable que haya más recortes significativos en el futuro previsible, así como que los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense caigan mucho e incluso podrían estar subiendo.
Esto sería coherente con una creciente crisis de financiamiento, con lo que el perfil de la deuda del gobierno estadounidense se ha estado acortando.
No en vano el Tesoro viene pagando tipos más altos emitiendo letras del Tesoroa un año.
El mayor mito en los mercados es que la inflación está disminuyendo como problema y que, por lo tanto, la perspectiva de que las tasas de interés sigan cayendo.
Esta creencia está alimentada por una experiencia relativamente reciente, en la que las tasas de interés contenidas persistieron aparentemente sin consecuencias inflacionarias durante un período prolongado.
Además, los alcistas del mercado de bonos aprovechan cualquier evidencia estadística para interpretar el riesgo de recesión a menos que se bajen las tasas.
Sin embargo, al recortar la tasa, la Fed ha señalado que ha degradado la prioridad de la inflación, en favor de sostener la actividad económica y evitar que la burbuja bursátil se desinfle.
Las respuestas del mercado fueron inmediatas: el oro, el petróleo, el cobre y muchos otros productos básicos se dispararon. Esto quiere decir que se trata de una disminución del poder adquisitivo del dólar para las materias primas. El gráfico que adjuntamos muestra este aserto.
Pero ojo que la inflación no está desapareciendo y está alimentada por los continuos déficits presupuestarios y la reducción del ahorro.
Y hay una a segunda razón, que existe un rechazo a largo plazo del dólar debido a la trampa de deuda en la que se encuentra el gobierno de Estados Unidos, y también por razones de que los gobiernos de la mayoría de la población mundial están cansados de la hegemonía del dólar estadounidense.
La convergencia de estos factores se refleja en el final del descenso a largo plazo de los rendimientos de los bonos. La tendencia bajista de largo plazo con múltiples puntos de contacto se rompió definitivamente a mediados de 2022, y la reacción desde un máximo del 5% hace un año al 3,62% la semana pasada (3,74% actualmente) es una pausa de consolidación normal en la tendencia alcista subyacente.
El problema de las acciones es que ya están alcanzando niveles exorbitantes, que solo se justifican si se produce una caída sustancial de los rendimientos de los bonos, lo que según la evidencia no sucederá.
Hay pues una disparidad de valoración, sentencia Mcleod y lo demuestra en su post, que recomiendo escudriñarlo, pues. Señala que hay que tomar nota que las s excepciones notables fueron las de 2000 a 2002, cuando la burbuja puntocom llevó las acciones a valoraciones excepcionalmente altas; la distorsión provocada por el Covid en 2020, cuando la Fed redujo la tasa de fondos a cero; y la de hoy, ilustrada por la línea de doble flecha.
Y ello pues el exceso de valoración del índice S&P 500 es aproximadamente el doble de extremo que durante la burbuja puntocom.
Si los bonos bajan en su rendimiento Macleod piensa que las acciones estadounidenses son vulnerables a una reversión importante y que, en la medida en que otros mercados de acciones nacionales se vean influenciados por los acontecimientos del mercado estadounidense, también lo estarán.
Ver: https://www.goldmoney.com/research/market-turmoil-ahead