Los “Déficit Gemelos” aluden a un país que tiene déficit en la balanza de cuenta corriente y en el resultado económico del sector público. Y se sitúan en un “Cajón de Sastre”, porque son un conjunto de cosas diversas y desordenadas.
Jorge Baca ha escrito sobre esto. Señala que desde el primer trimestre del 2019 hasta el del 2023 y como porcentaje del PBI, luego de ser superavitario a fines del 2020 e inicios del 2021, el balance en cuenta corriente mostró una tendencia declinante en el resto del periodo analizado y ahora bordea el 3% de déficit del PBI.
Las causas, señala el analista, son el estancamiento de las exportaciones mineras y la lenta recuperación del turismo. No hay una sola advertencia del gobierno en su mensaje patrio, para paliar el destino de ambos sectores. Y los conflictos sociales y lo del Niño, pueden agravar aún más la situación de ambos.
En cuanto a las exportaciones, señala Baca, que para el periodo 2018 –May 2023, si descontamos el periodo de recuperación post pandemia, en lo que va del 2023, las exportaciones vienen decreciendo como consecuencia, especialmente, de la caída de las mineras como productos pesqueros, por conflictos sociales y el Niño.
El déficit fiscal, para el período del primer trimestre 2109- 2023, después de su disminución post pandemia producto de la recuperación de los ingresos tributarios, se ha vuelto a incrementar y exhibe una tendencia creciente.
Al mes de mayo 2023, este déficit ya bordea el 2.6%, similar al de cuenta corriente. Si se toma lo del discurso de la presidente el 28 en el parlamento, la cosa se agrava aún más y quedaría en el aire el compromiso asumido en el último Marco Macroeconómico Multianual (MMM), de reducir progresivamente el déficit a 1% y más bien se incrementará la deuda del Estado, generando problemas de manejo económico para el gobierno entrante.
Baca sostiene que los ingresos tributarios, se han reducido en 14% respecto a similar periodo del año pasado. A pesar de los menores ingresos, los gastos totales vienen incrementándose. Y Baca prueba en su post que en la evolución de los ingresos y gastos del gobierno general, para el periodo 2019 -2023, los ingresos del gobierno general se recuperaron vigorosamente después de la pandemia, pero a partir del último trimestre de 2022 han entrado en una fase decreciente, producto de la desaceleración económica.
Los gastos en el servicio de la deuda pública son un componente creciente del incremento de los gastos del gobierno general. Sin embargo, a pesar de la evidente caída de los ingresos, el mensaje presidencial solo menciona una tímida reforma tributaria.
El gobierno no tiene clara las prioridades. Excepto lo de la seguridad, las medidas son revoltijo que semeja un “Cajon de Sastre”, imposible de ser financiado dentro de los lineamientos presupuestales vigentes. Los grandes problemas no se van a resolver sin participación del sector privado y eso está en “plena incertidumbre”, aunque el gordito del MEF en reciente entrevista al Comercio, sostenga que se vienen varias inversiones.
Por último, Baca señala que solucionar el problema de la informalidad a través de la intervención de SUNAFIL o la simplificación de los regímenes tributarios es un saludo al banderín.
Hay inflexibilidad laboral y los sobrecostos que se introducen en la planilla, como son las contribuciones a EsSalud y el sistema de pensiones, señalan que la informalidad continuará y hasta irá in crescendo. Que roche.
Ver: htpp//prediceperu.com/2023/07/29/linterna-de-popa-405/