Carlos Prego de Xataka, refiere que el fundador del comercio on line Ali Baba, Jack Ma, ha dado un giro enorme a su existencia.
Desde el pasado 13 de mayo, Ma ejerce como profesor visitante en el Tokyo College y otras tareas en campos como la agricultura sostenible y la producción de alimentos e imparte seminarios. Ma fue profesor de Inglés, y guía turístico, antes de hacer sus notables negocios.
¿Qué pasó con esta lumbrera de safe made man?
En los 90 fundó China Pages, una de las primeras empresas de Internet del país, y años después lanzó el Grupo Alibaba para facilitar las operaciones de pequeños negocios.
En el 2014, Alibaba debutaba en la Bolsa de Nueva York recaudando casi US$ 21.800 millones, durante su venta inicial de acciones, un estreno histórico en el sector tecnológico de EEUU.
En 2019 deja Alibaba para dejar paso, aseguraba, a personas «más jóvenes y con más talento». A sus 55 años la vida parecía sonreírle: era el hombre más rico de su país, modelo para una generación de emprendedores y un directivo carismático al que se reconocía dentro y fuera de China.
Y ya tenía en sus manos a Ant Group, servicios financieros ligado a Ali Baba. En octubre del 2020, presto a financiarse US$ 34.500 millones en su oferta pública inicial en bolsa, las iras de Pekín lo liquidaron.
Jack Ma era un apestado, pues criticó públicamente el comportamiento de los bancos y reguladores de su país, acusándolos de sofocar la innovación por su aversión al riesgo. «Solo hay un gran jefe en China, y no es Jack Ma», explicaba el analista Jeffrey Halley en declaraciones recogidas por la cadena CNN.
Los reguladores frenaron in extremis, la oferta pública inicial de Ant Group al detectar problemas importantes. “Al clavo más alto se le derriba a martillazos'»
Y en 2020, con un patrimonio de US$ 58.800 millones, Ma era un clavo particularmente sobresaliente entre el empresariado chino.
Incluso Le pusieron una multa de 18.200 millones de yuanes, equivalente a US$ 2.600 millones de dólares por un supuesto abuso de dominio de mercado.
Meses después se dejaba ver en China, durante una visita a una escuela financiada por Ali baba. Ahora, en Japón, tiene amistades, se siente cómodo y parece poder centrarse en las labores educativas y filantrópicas que han centrado gran parte de su atención desde que cedió el control de Alibaba, hace ya años. Ma ha dado un giro de 180º a su vida personal.