Vicente Nieves para “El Economista” nos advierte que la industria del petróleo parecía condenada a sufrir una contracción constante a medida que las energías más limpias se imponen en el mercado, con la inestimable ayuda de los gobiernos. Una que estaba mal son las plataformas marinas y la extracción de petróleo en el mar y en aguas ultraprofundas.
Este tipo de operaciones son peligrosas y caras. Sin embargo, descubrimientos recientes de petróleo bajo el mar y las mejoras tecnológicas que permiten reducir costes están creando un nuevo ciclo de crecimiento en esta industria.
En la actualidad, el barril a unos 80 dólares es un OK para la exploración.
La Agencia Internacional de la Energía(AIE) señala que «El mercado de plataformas petroleras marinas está experimentando un crecimiento acelerado gracias a los importantes hallazgos de petróleo en Guyana, Brasil y Oriente Medio y el renovado interés por la exploración y extracción en Namibia y el Mediterráneo oriental» .Se han producido cuatro hallazgos de petróleo en las costas de Guyana, lo que ha hecho que Venezuela efectuó el promocionar un referéndum para resolver la disputa por tierras que ya lleva años y fue mayoritario de parte de la población para anexar esas tierras.
Guyana ha respondido muy fuerte, señalando incluso que puede llegar a una guerra. En Namibia Shell y Total Energies han descubierto alrededor de 11.000 millones de barriles de petróleo ligero y hasta 8,7 billones de pies cúbicos de gas en la prolífica cuenca de Orange.
Otro país es Brasil. Petrobras, que tiene un breakeven del crudo extraído en aguas ultra profundas entre 35 y 50 dólares, dependiendo del bloque y de la plataforma petrolera.
La AIE señala que está prevista la concesión de más de 65 rondas de licencias y más de 200.000 millones de dólares de inversiones en proyectos de aguas profundas entre 2022 y 2025 y con precios de equilibrio para el 85% de los proyectos de menos de 50 dólares el barril, según ha señalado recientemente la consultora Wood Mackenzie.
Hay que tomar en consideración, que el gasto mundial de inversión para la extracción de crudo en alta mar cayó hasta los 140.000 millones de dólares en 2021, frente a los 330.000 millones de dólares en el 2014. Al mismo tiempo, las tasas de utilización de las plataformas cayeron desde aproximadamente el 100% al 70%.
Ahora, la inversión vuelve a acercarse a los 200.000 millones de dólares gracias principalmente a una fuerte recuperación de las plataformas flotantes, incluidas las semisumergibles y los buques de perforación, que pueden agujerear el suelo marino para llegar a profundidades de hasta 3.050 y 3.660 metros, respectivamente, señala con precisión el Blog El Economista.
La demanda de plataformas flotantes bajo mucho, mientras que las tarifas diarias de alquiler para el segmento de aguas ultraprofundas se redujeron desde los 500.000 dólares por día a menos de 200.000. Sin embargo, las tarifas actuales de los nuevos contratos por día rondan los 450.000 dólares, según datos de la AIE y la agencia Bloomberg. «El interés comercial por las plataformas autoelevables en aguas poco profundas, que se apoyan en el fondo del océano, se había quedado rezagado respecto del mercado de plataformas flotantes, pero se está produciendo un repunte también en estos momentos».
Todo ello muestra una tendencia para extracción de petróleo en aguas oceánicas a kilómetros de profundidad nuevamente en auge. La profundidad y extensión de este nuevo ‘boom’ dependerá, como siempre, del precio del petróleo.
Mientras que el barril de crudo se mantenga por encima de los 80 dólares, está industria seguirá creciendo o como mínimo manteniéndose. Si el precio del petróleo vuelve a caer con fuerza (como ocurrió en 2014 o 2020), muchas plataformas petroleras y embarcaciones especiales para perforar el suelo marino se convertirán, una vez más, en una chatarra flotante muy cara. Pero todo avizora que esto no sucederá.