Estos días hemos visto sufrir a varias familias por el paso del ciclón Yaku en nuestro país, las fuertes lluvias provocaron huaicos e inundaciones y cientos de peruanos lo han perdido todo. La Autoridad para la Reconstrucción con Cambios esfumó 25 mil millones de soles, según el Contralor Nelson Shack. Una grosera cifra licuada por la corrupción. Ante esto, la presidente Dina Boluarte le dice al país que no tiene maquinarias para afrontar las intensas lluvias. Es decir, no hay dinero para ayudar a los damnificados, pero sí hay dinero para comprar miles de bombas lacrimógenas.
El Congreso no se queda atrás, el despilfarro de dinero entre viajes, duchas privadas y remodelación de oficinas parlamentarias han indignado a la población, pero lo que más nos ha sorprendido son los “Bonos Dorados” que se reparte en la Contraloría General de la República, institución donde también se produce otro grosero despilfarro del presupuesto público.
Revisando un documento publicado por Dante Seminario en su columna El Datazo, nos enteramos que los altos funcionarios de la Contraloría también reciben su bono, pero este no es de 500 o de 800 soles como lo recibe cualquier mortal peruano, en la institución encabezada por Nelson Shack, el llamado “Bono de productividad” bordea la cifra de los S/ 35,000 mil soles.
Cada año la corrupción institucionalizada en el Estado se lleva casi el 15% del presupuesto general de la nación, según los reportes de la propia Contraloría. Entonces, hay que preguntarnos ¿Cuál es la productividad de la Contraloría General de la República y sus altos funcionarios? Pues ninguna. Si no existe ninguna productividad en la lucha contra la corrupción, por qué Nelson Shack cobra un jugoso bono de casi S/ 35,000 mil soles, algo totalmente inexplicable y jalado de los pelos.
Es decir, por solo sacar sus informes y decirnos la cantidad de millones que la corrupción se lleva año tras año, el señor Shack cobrará en el mes de marzo incluido su sueldo un total de S/65,250.64, sus vicecontralores recibirán uno S/57,145.25 y el otro S/ 57,093.45, y el secretario general se llevará S/ 48,745.20 soles. Solo en cuatro personas son más de S/ 200 mil soles.
Pero ¿quién controla a la Contraloría? Todo indica que nadie. Recientemente otro cuestionamiento que recibió el Contralor Nelson Shack, fue la compra de un IPHONE 14 Pro Max, por el que la Contraloría pagó la suma de S/ 9,200 soles. Innecesario gasto existiendo otros celulares de gran calidad en el mercado. Después nos dicen que no hay plata. Estos placeres culposos al final terminan siendo usados por los propios funcionarios de la Contraloría que hasta la línea del celular se les paga con el erario público.
Por eso siempre he dicho que la mejor forma de luchar contra la corrupción y el despilfarro de dinero, es cambiando a los funcionarios públicos continuamente. No se puede tener a un funcionario público por más de cinco años en puesto del Estado, porque así crece la corrupción y se generan vicios.
(*) Periodista y director de la revista Lima Gris