La última disposición emitida por el gobierno a través del D.S. 430-2020-EF que reglamenta el Decreto Legislativo N° 2018 se aplica en el marco de un convenio firmado con la OCDE para intercambiar información tributaria y financiera con más de 100 países, en línea con la lucha contra la evasión y la elusión.
Recordemos que desde el año 2016 la SUNAT ya fue autorizada para acceder a la información bancaria, de los ciudadanos no domiciliados en el país, lo cuál se concretó en el 2020.
Lo que busca la SUNAT es tener acceso a la información y de esa manera detectar comportamientos de incumplimiento tributario. Todos sabemos que en el Perú se eluden unos 16 mil millones de soles al año y se evade alrededor de 37 mil millones de soles entre renta e IGV.
El próximo gobierno para enfrentar el COVID-19 deberá contar con una extraordinaria logística para que la vacunación sea exitosa, es decir puntos de entrega, personal de salud bien remunerado, equipos de protección seguros y completos. Lo señalado requiere de recursos. El Estado debe recaudar de manera satisfactoria para cumplir con la adecuada prestación de salud pública.
Lamentamos por eso que algunos analistas pretenden cuestionar una medida de carácter tributario que va de la mano con la tendencia mundial de aumentar la presión tributaria y que en las actuales circunstancias urge para salvar vidas ante la pandemia que nos flagela a todos.
Debemos propiciar un Estado de bienestar que mejore la calidad de vida de los ciudadanos, y eso se logra con mejores niveles de recaudación fiscal.
Sin embargo, vemos con preocupación que los candidatos presidenciales hasta la fecha no abordan este tema. No solo de manera técnica, sino política. Sin decisión política no habla de reformas estructurales, solo maquillajes en la gobernanza pública. Más de lo mismo.
Recordemos que se llega a Palacio de Gobierno no para convertirse en policía de tránsito sino para romper con un sistema político caduco.
De ahí nace la pregunta ¿se seguirá permitiendo la elusión y la evasión en un país con grandes desigualdades y con escazas posibilidades de contar con salud y educación pública de calidad?
Con la respuesta de los candidatos presidenciales, podremos ir trazando la línea que separa a los que nos han gobernado siempre y los que quieren realmente cambiar nuestro país.
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