Tras hacerse público el testimonio en el que «el filósofo» Jaime Villanueva -ex asesor de Patricia Benavides- revela una coordinación ilegal entre Rafael Vela Barba y Gustavo Gorriti Ellenbogen, en la cual claramente existe una influencia indebida de parte de un agente externo -Gorriti- sobre los casos LavaJato, en particular en el caso Alan García, cuyo acoso y persecusión terminó con un trágico desenlace, nos preguntamos: ¿qué espera la Autoridad de Control Interno del Ministerio Público para abrir investigación a Vela y a Pérez?. Creo que el asunto más que lo amerita.
Villanueva además revela que Pablo Sánchez, la cabeza de la presunta organización criminal que habría operado en el Ministerio Público, habría facilitado la impunidad de Vizcarra para lograr que éste termine sucediendo constitucionalmente a Kuczynski, cuestión que finalmente ocurrió. En el caso de Pablo Sánchez es claro que la Junta Nacional de Justicia va a dormir esta investigación o incluso lo absolverá sin ruborizarse, por ello hemos pedido en varios espacios públicos que sea el Parlamento -cómo en el caso de Zoraida Ávalos- quienes destituyan a este Fiscal Supremo, ya que además se trata de un funcionario aforado. Hay que evitar el blindaje que la JNJ quiere hacer con Sánchez. Pretenden seguramente señalar que lo investigaron y que no encontraron motivos para sancionarlo. Ojalá que las bancadas del Parlamento reaccionen pues la crisis y degradación del sistema de justicia ya ha llegado a niveles estratosféricos. Recordemos que el Congreso es en parte responsable de dilatar el debate de la suerte de los magistrados de la JNJ hasta Marzo.
La JNJ también afirma que va a investigar a Pérez y a Vela; ellos por separado de Sánchez (¿querrán evitar vincularlos incluso desde la etapa disciplinaria administrativa para que el tipo penal de «organización criminal» no se configure para los posteriores y seguros procesos penales pues requiere al menos 3 participantes?). Ésto suena bien pero pienso que también es una maniobra mañosa de la JNJ. Es un giro de blindaje claro y anticipado a Vela y a Pérez pues en la «investigación» de la institución de origen Vizcarrista ambos fiscales pueden salir más que bien librados y protegidos. Basta recordar los documentos públicos de la JNJ pidiendo al Parlamento no sancionar a Ávalos a pesar de su actuación cómplice con Castillo y con Vizcarra.
Recordemos que la politización y lawfare en el caso de Alan García no es lo único por lo que están cuestionados este par. Estos malos e ineficientes fiscales también están bajo la sospecha de haber favorecido sistemáticamente a Odebrecht con el acuerdo de colaboración que hemos calificado de vende-patria y dándole goyerías tributarias y permitiendo la venta de Chaclla, por ejemplo. Su labor en años ha sido deficiente y llama a pensar que esa ineficiencia puede esconder motivaciones metálicas. Por ahí han circulado denuncias sobre enriquecimiento indebido de ambos.
Esta dupla que en vez de investigar y acusar se dedicó a ser rock stars en portadas de diarios y a perseguir a los adversarios políticos de Vizcarra deben ser castigados. El daño que han realizado es gigantesco e irreparable.
¡Autoridad de Control Interno del Ministerio Público reaccione ya!
