Por: Federico Prieto Celi / Este refrán es una forma de decir que una vez que una persona gana una cierta reputación, ese prestigio le antecederá y demorará en perderlo. Es el caso de Cuba con su medicina, que el finado Fidel Castro fomentó en la Isla, pero que ahora que el comunismo está de capa caída, los médicos cubanos se han convertido en simple mercancía de exportación.
“Aún con todos los elogios recibidos por la OMS o países que han sido ayudados y están muy agradecidos por el trato de los expertos sanitarios cubanos, en los últimos años la preparación del colectivo de la salud ha sido puesta en tela de juicio en países como Brasil, Costa Rica o Chile, que han calificado de deficiente la formación de los doctores cubanos que buscaban la revalidación en esos países”. (Notimérica, Europa Press).
La insólita llegada a Italia de brigadas médicas de Cuba -y China ¿y Venezuela?- ha sido presentada como la panacea contra todos los males que sufre el país por el coronavirus. Pero los médicos cubanos no son expertos en la lucha contra el coronavirus. Italia no necesita gastar miles de euros para acoger a 52 profesionales de la salud del exterior, cuando cuenta con cientos de especialistas en su territorio listos para actuar y salvar vidas.
Los gobiernos proclives a Cuba y Venezuela aceptn la oferta médica de esos países. El presidente socialista de México, Manuel López Obrador, “ha contratado a más de 590 médicos y enfermeros cubanos, a pesar de que relatores de Derechos Humanos de las Naciones Unidas han denunciado que los miembros de estas misiones médicas cubanas podrían estar sometidos a condiciones de semi esclavitud”, ha denunciado Andrés Oppenheimer.
El 13 de mayo, el ministro de Salud, Víctor Zamora, informó al canciller, Gustavo Mesa Cuadra, que su portafolio había aceptado una oferta cubana de recibir a 85 profesionales de la salud, para enviarlos a las regiones priorizadas, mediante un Acuerdo Interinstitucional entre los ministerios de Cuba y el Perú, por tres meses.
Oppenheimer ha escrito que “los médicos cubanos en el extranjero solo reciben alrededor del 20% de sus salarios, mientras que aproximadamente 75% va a la dictadura cubana y el 5% restante a la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que vergonzosamente se presta para mediar este tipo de convenios”. La doctora cubana Rossella Rivero, que desertó en Brasil en el 2016, declaró que Cuba solía cobrar 3.400 dólares al mes por médico, pero los médicos cubanos recibían solo 790 dólares.
El presidente de la Federación Médica Peruana, Godofredo Talavera, ha comentado que debe darse preferencia a médicos nacionales, y después a los extranjeros “siempre que cumplan los requisitos del Colegio Médico del Perú” (Perú 21). ¿Ya se agotó la posibilidad de contratar médicos peruanos y venezolanos residentes en el Perú, antes de acudir a los cubanos que, a todas luces, son más caros y cuyo modelo de contrato laboral el estado cubano ha sido cuestionado por organismos internacionales?