La mayoría de Proyectos de Ley presentados por los congresistas de la República que según el artículo 75º del reglamento del Congreso que tiene fuerza de Ley, tienen la obligación incluir en cada propuesta, el análisis costo-beneficio de la futura norma legal que se procederá a estudiar para luego ser aprobada, lo que permitirá cuantificar los pros (beneficios) y contras (costos), como una manera de identificar a los beneficiados y los perjudicados con la aprobación de un proyecto de Ley, cabe señalar que este requisito sólo puede ser dispensado por motivos estrictamente excepcionales.
Sin embargo del 100% de proyectos de ley presentados por los Congresistas, casi el 95% no tiene el análisis costo – beneficio cuantitativo principalmente y si lo tiene están deficientemente elaborados con datos estadísticos desfasados y falta de supuestos técnicos que los sostengan fruto de la falta de investigación y desconocimiento de la realidad por los motivos siguientes :
1) Baja calidad y conocimiento actualizado de las materias especializadas de los asesores de los despachos de cada congresista, claro no en todos los casos.
2) En algunos casos falta de experiencia del equipo asesor de comisiones.
3) En los despachos congresales, hay un número de empleados por favor político, (muchos de ellos con sueldos recortados) que no conocen las funciones congresales con respecto a la asesoría técnica especializada que deben brindar.
Si revisamos los Proyectos de Ley o iniciativas legislativas presentadas; encontramos que en su mayoría en el análisis costo beneficio dice: beneficios muchos y costos pocos que refleja desconocimiento en temas por legislar y falta de respeto a la majestad del Congreso y a la población; el Presupuesto del Congreso nos cuesta anualmente en promedio S/. 879 millones a los contribuyentes, una cifra nada despreciable, teniendo cada congresista derecho en su despacho, aparte de su personal administrativo, asesores técnicos, para que propongan normas técnicas consecuencia de estudios bien elaborados, fruto de un trabajo de investigación riguroso.
Es más, este Congreso ha convertido a las Comisiones Ordinarias que deben encargarse de estudiar y evaluar a profundidad los Proyectos de Ley presentados, en simples mesa de partes, ya que el equipo asesor de las Comisiones que debe ser experimentado y especializado técnicamente en cada materia; remite los proyectos de ley a los sectores o entes involucrados para que opinen y si esto no ocurre, simplemente en muchos casos no se dictaminan las iniciativas y si lo hacen es políticamente, o sea no solucionan nada cuando se puede dictaminar en algunos casos con el conocimiento del equipo asesor.
Ejemplos hay, tenemos proyectos que declaran de interés nacional la ejecución de proyectos de inversión pública, que implica la construcción de determinadas obras con la finalidad de acelerar su trámite y pasar por agua caliente al Sistema Nacional de Programación Gestión de Inversiones – Invierte. Perú y el Sistema Nacional de Presupuesto que trata que el dinero del Estado se gaste eficientemente.
Los parlamentarios tienen la obligación de convocar técnicos con experiencia y especializados para que colaboren eficazmente de lo contrario el prestigio del Congreso seguirá por los suelos con una desaprobación del 85% de la ciudadanía según la última encuesta IEP.
(*) Economista