Siempre es importante que el ministro de Economía sea una persona de prestigio y probidad reconocida que conozca el mundo exterior y que sea reconocido por su aporte a la economía.
El ministro de Economía debe demostrar habilidad técnica y autoridad moral para explicar al pueblo nuestra real situación económica y que los problemas se pueden superar. Pero depende que se les priorice bien y los diagnostique con racionalidad trabajando concertadamente en sus soluciones.
Hace un mes el señor José Arista fue designado ministro de economía, pero aún no ha dado a conocer, cuál es su plan económico que contenga la estrategia para recuperar el dinamismo de la inversión privada y pública.
El ministro Arista sostiene que considera importante mantener un PBI potencial en un rango entre el 4% y el 6%, lo que requiere unas modificaciones de la política económica. El ministro de Economía debe decir ¡qué se hará para crecer.
Se debe llevar acciones adecuadas para potenciar aún más un crecimiento de 2.5 % o 3 %, que es «mediocre» porque ubica al Perú en el promedio América Latina.
El equipo económico del MEF no solo debe estar integrado por técnicos con formación en hacer caja sino en Planeamiento Estratégico direccionado a cumplir objetivos y proyecciones en función al conocimiento de la realidad y no solo teoría, o sea mayor experiencia en gestión pública.
Hay que rediseñar el programa económico que deberá centrarse en aumentar el gasto de inversión del Gobierno, ofreciendo asesoramiento a los gobiernos locales y regionales.
El MEF, debe tener un Plan económico anticrisis, que revise al modelo económico que se viene aplicando en apoyar la inversión para la explotación y la exportación de materias primas, por otro que al tener beneficios apoye la economía doméstica y aumente la inversión.
Con la recesión el consumo interno ni la inversión crece, los sueldos siguen bajos, la informalidad del empleo crece, la calidad de vida se desmejora.
La consolidación fiscal debe venir de un aumento de la recaudación de tributos por impuestos más qué por la reducción irracional del gasto público, una política fiscal restrictiva debilita el crecimiento económico.
El MEF debe ejecutar acciones rápidas, para disminuir el déficit fiscal, así mismo se debe generar confianza y transparencia en el manejo de las finanzas públicas, adoptando medidas para reducir radicalmente el gasto público improductivo, cobrar tributos a las grandes empresas, reforzamiento del cuerpo de inspectores de SUNAT, aumento de las investigaciones a grandes fortunas que no pagan impuestos.
La política económica no debe girar en función a la inflación y a la caja del tesoro público ya que el déficit fiscal no se disminuirá mientras existan gastos improductivos e irracionales y el presupuesto de la república 2024 no se reestructure.
No debemos preocuparnos de la Caja Fiscal sino en la inversión privada y la pública, para tratar de alcanzar un crecimiento económico del PBI del 5% anualmente; el equipo económico debe dar a conocer la estrategia para recuperar el dinamismo de la inversión privada ahora que la bonanza de los commodities llego a su fin.
Economista