Falta una semana para que la presidenta de la República, Dina Boluarte, acuda al Congreso para brindar su Mensaje a la Nación por Fiestas Patrias, donde hará un relato del trabajo realizado por el gobierno y las medidas que se implementará en los próximos meses.
En esta ocasión lo hará en medio de una agresiva ofensiva de un sector de la llamada izquierda caviar que busca a toda costa sacarla del gobierno, claro está que el actual régimen se ha comprado todos los boletos del alto descrédito popular: el caso del Rolex y su silencio frente a los cuestionamientos han contribuido a esta situación: la política del avestruz no funciona.
Mientras Boluarte expondrá en el Parlamento Nacional seguramente habrá protestas sociales. No hay que olvidar que el rojerío y los caviares buscan otro muerto, quieren repetir lo que sucedió con Manuel Merino para colocar otro Sagasti, fiel a sus intereses. No es casualidad que Verónika Mendoza, socia del golpista Pedro Castillo, haga un llamado a la “insurgencia popular” y que Martín Vizcarra promueva movilizaciones.
El mensaje por 28 de julio debería estar centrado en medidas para reactivar la economía, el crecimiento de 5,3% en abril, la tasa más alta en 32 meses, es un logro a destacar, lo cual debería estar acompañado del anuncio de un incremento de sueldo mínimo, los empresarios deben entender que el ciudadano de a pie necesita mejorar sus alicaídos bolsillos.
También debería anunciarse medidas frontales para enfrentar la delincuencia y el crimen, ello a través del fortalecimiento de la División de Investigaciones de Alta Complejidad (Diviac) de la Policía Nacional del Perú (PNP), entidad que debe contribuir a capturar delincuentes y desarticular bandas criminales y no para ser usado como cacería de brujas con el cuento de la lucha contra la corrupción. Solo falta mirar cómo se cae a pedazos el caso Los Cócteles.
En el tema político, debe haber un pronunciamiento contundente contra la intervención de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, organismo internacional que quiere hasta decirnos como legislar, desconociendo la legislación nacional. No somos su colonia. Estados Unidos, por ejemplo, no forma parte de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
En el sector educación, el Gobierno hizo bien en observar ley de nombramiento automático de docentes, aprobada por el Congreso, el cual tira al tacho todos los esfuerzos por promover la meritocracia, es decir de aprobarse esta norma, la Carrera Pública Magisterial basada en evaluaciones, capacitaciones y reconocimiento de méritos está en peligro de destrucción. En lo que respecta al sector salud, la mandataria debe anunciar la construcción de nuevos hospitales en todo el país, garantizar el abastecimiento de medicamentos, y la compra de equipamiento médico, a fin de recuperar la capacidad de resolución de los establecimientos de salud para atender con oportunidad a los pacientes. La pandemia nos dejó lecciones aprendidas, una de ellas es el fortalecimiento de la atención primaria para prevenir la aparición de enfermedades.
Finalmente, en el tema de lucha contra la corrupción la presidenta Dina Boluarte debe hacer un deslinde claro con las denuncias en su contra. Es una mala señal, por ejemplo, que se decida cortar recursos a la Contraloría como lo denunció Nelson Shack.