Los analistas sobre la seguridad ciudadana han señalado que las declaratorias de emergencia no han dado resultado en la lucha contra la criminalidad organizada, y por el contrario han continuado en ascenso los delitos en los últimos 2 años, hasta llegar a un 10% lo que viene creando en la población temor a invertir en negocios que son extorsionados, o de ser asaltados perdiendo su patrimonio económico.
¿Como nos afecta esta situación? Pues bien, si nos afecta y mucho ya que vivir en permanente zozobra hace que estemos en un mayor estado de ansiedad, irritabilidad y ante la posibilidad de convertirnos en nuevas víctimas, perdemos la confianza en nuestro entorno social.
El accionar político debe estar centrado en educar a la población en temas de seguridad, que acciones deben adoptar cuando son víctimas o testigos de un hecho delictuoso y como superarlo con ayuda de Psicólogos o Psiquiatras, por lo que el Estado debería contratar a estos profesionales de la salud mental para que desarrollen su labor en Colegios, Universidades y Centros de Trabajo, con charlas y ayuda emocional para proteger a la población y evitar así los llamados daños colaterales.
La estrategia para revertir la inseguridad ciudadana se apoya necesariamente en el accionar de la Policía Nacional del Perú, por lo que el desarrollo profesional de cada policía es elemental en la lucha contra el crimen organizado y la delincuencia común, quedando claro que el patrullaje a pie y motorizado, las operaciones policiales planificadas minuciosamente y el uso de la tecnología de última generación harán posible la captura de estos criminales avezados dedicados a la extorsión, el sicariato y los secuestros.
El Gobierno debe convocar de inmediato al Poder Judicial, MP, FFAA, PNP y Congreso de la República a trabajar unidos en la implementación de leyes como la del Terrorismo Urbano, con un Sistema Judicial eficiente e inmediato a fin de que cada delincuente asuma su responsabilidad, en este contexto también es crucial la ayuda y el apoyo de los Gobernadores Regionales y Alcaldes que deberán priorizar la seguridad de su población, con un mejor alumbrado público en calles y parques, así como apoyo a los Comedores Populares de la zonas más deprimidas de su jurisdicción, coadyuvando al desarrollo del lugar con trabajos comunales que le permitan al vecino un pago justo por la labor ejecutada. Ya el Minedu debería estar convocando la limpieza de los Colegios y de sus alrededores, pintado de paredes y carpetas, mejoramiento de los servicios de agua y desagüe pues el calor proseguirá unos meses más, permitiendo a los escolares un aseo adecuado y reduciendo la posibilidad de que se presenten algunas enfermedades.
Insisto el Gobierno a echar mano de todos sus recursos y ministerios para cambiar el sistema actual, identificando zonas de pobreza y marginación, violencia familiar, pandillas juveniles, trata de mujeres, armas y drogas en las que se percibe también escasa presencia policial, labor de cambio que debe empezar desde las aulas educativas, en cada uno de los miles de Colegios a nivel nacional y que la población deberá apoyar, pues va a beneficiar a sus hijos y al desarrollo del país.
(*) Comandante PNP en retiro y presidente de Anappomil Grupo Coraje.