Se anuncia que los peajes subirán a 7.50 soles, esto por una decisión de la corrupta empresa concesionaria que se hizo de este servicio mediante una coima a Susana Villarán y luego mediante sospechosa acción “cambió de titular”.
Surgen entonces desinformadores y plumíferos asalariados que pretenden culpar de esta situación a López Aliaga. Es decir, la corrupción de la mafia de las Chalinas Verdes, que negoció contratos leoninos y adendas perversas para beneficiarse con coimas perjudicando a los más pobres, no tienen la culpa. El culpable es López Aliaga que supuestamente hasta ahora no termina de cumplir la promesa de cortar con las empresas corruptas y está yendo por el intrincado camino de la justicia peruana. Ninguno de estos opinólogos nota que Rutas de Lima no invierte en mejorar el servicio y que pagamos un peaje para entrar a vías totalmente congestionadas.
Nada ha ocasionado mayores perjuicios al Perú que la corrupción. El costo que hemos pagado los peruanos y la deuda que queda por pagar a las futuras generaciones por la acción de funcionarios corruptos es enorme.
En este contexto el rubro más grande y el más perniciosos ha sido durante mucho tiempo el creado por las empresas constructoras brasileñas y sus empresas secuaces peruanas. Adendas tramposas, sobrevaluaciones, consultorías y demás artimañas han costado al Perú según estimaciones conservadoras algo así como 40 mil millones de dólares.
Los que interesadamente quieren culpar al alcalde de Lima del alza de los peajes, ya no recuerdan o no quieren recordar que desde el primer día el alcalde de Lima está luchando contra los múltiples tentáculos de la mafia. Conviene recordar también que el único candidato presidencial y luego municipal que enfrentó abiertamente esta situación fue Rafael López Aliaga, quien ahora como alcalde de Lima está empeñado en cumplir su palabra y recuperar los peajes de manos de la corrupción para la municipalidad.
El primer paso fue declarar la caducidad del contrato corruptamente originado por Odebrecht con la complicidad de la coimera confesa Susana Villarán. Luego vino la segunda etapa de la estrategia legal. Pero todo toma su tiempo.
Pero también es bueno recordar otros hechos para poner la situación en contexto. El día 9 de marzo de 2016 Marcelo Odebrecht fue sentenciado a 19 años de cárcel por corrupción. Apenas tres meses después, el día 21 de junio de 2016 mediante una “stock purchase agreement” operación conocida en español como un “contrato de compra de acciones”, Brookfield adquiere las acciones de Odebrecht en Rutas de Lima. Si esto no se hubiese producido las acciones de Odebrecht estarían el día de hoy embargadas. Cuesta creer que Brookfield no sabía que estaba echando un salvavidas a la corrupción y haciéndose de una posesión que sólo servía para expoliar a los peruanos.
La gran prensa y los enemigos de López Aliaga prefieren callar traicionando al Perú, antes que reconocer que el alcalde limeño está librando una batalla por la transparencia, la honestidad y para beneficio de millones de peruanos. Hoy suben los peajes. Es momento de enfocarse en los delincuentes que traicionaron a los peruanos.