La caída de la fecundidad en occidente es alarmante. Las nuevas generaciones sugestionadas por el progresismo no quieren tener hijos. La situación en Europa es la más grave. Las poblaciones nativas se van reduciendo y casi convirtiéndose en minorías mientras se incentiva una migración desordenada que tiene más características de invasión y que poco a poco y muchas veces con violencia y la complicidad de las izquierdas globalistas va cambiando la fisonomía cultural de los países.
La caída de la natalidad en España ha generado preocupación en los últimos años. Según datos proporcionados por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la tasa de fecundidad en España ha ido disminuyendo constantemente en las últimas décadas.
En 2020, la tasa de fecundidad se situó en 1,23 hijos por mujer, lo que está por debajo del nivel de reemplazo generacional (que se estima en alrededor de 2,1 hijos por mujer). Esto significa que la población española no está teniendo suficientes hijos para mantener el tamaño de la población a largo plazo sin la ayuda de la inmigración.
La situación es realmente alarmante. Para completar este cuadro existen otras cifras de terror. La estadística dice que en todas las comunidades autónomas españolas hay más perros que niños. El número de perros en España asciende a nueve millones y medio, mientras que los niños menores de catorce años son apenas seis millones y medio, según los últimos censos.
En el caso francés el panorama es igual de desolador. Durante muchos años, Francia tuvo la tasa de natalidad más alta de la región, pero eso ha terminado. Según cifras del Instituto Nacional de Estadística francés (INSEE), en 2023 nacieron en Francia 678.000 bebés. El número de nacimientos más bajo desde 1945.
Cínicamente Macron se pronunció sobre el tema recientemente. Expresó su preocupación al respecto y habló de plantear políticas al respecto. Hay que recordar que desde que asumió la presidencia su principal política familiar se ha limitado a promover la procreación médicamente asistida para parejas homosexuales.
La situación en Francia ya pone en riesgo el sistema de pensiones. Es más, los programas sociales de apoyo a las familias tradicionales se han reducido año a año.
El gobierno de Macron contrariamente a su discurso más bien a incluido el aborto como un derecho en la constitución y ha generado un bono económico a los médicos que cometan ese horrendo crimen. Hay estadísticas que demuestran que si se redujesen a la mitad la cantidad de abortos legales y esos niños asesinados en el vientre de su madre nacieran, se llegaría al nivel de reemplazo generacional que hemos mencionado se encuentra en los 2,1 hijos en promedio por mujer.
Solo hemos mencionado dos países, la situación en general en Europa y en occidente es esa. Matices más o matices menos. El reemplazo poblacional no será por la reproducción humana natural sino por la invasión de migrantes planificada por el globalismo.