Muchas veces durante los años en que trabajé en el Instituto del Mar del Perú como presidente de directorio expuse mi tesis de que el mal llamado Fenómeno El Niño no era un fenómeno si no es un evento recurrente que se presenta entre tres y siete años desde hace miles de miles de años. Creo que el hecho de que lo sigan considerándolo como un fenómeno es una excusa para violar las reglas de la lógica que hasta los incas incluían dentro de sus construcciones.
Difícilmente encontrarán una ruina incaica en el Perú que esté construida a la orilla del mar o en la desembocadura o en el cauce de un río. Ellos entendieron mejor que nosotros lo que significa este evento recurrente y tomaron las previsiones para construir sus ciudades.
Se dice que El Niño provoca inundaciones frecuentes cuando aparece y que las ciudades se ven perjudicadas, lo que no se dice es que muchas ciudades de la costa del Perú están construidas en los lechos de los ríos o muy cercanos a estos y es por eso que cuando las riadas vienen, se desbordan e inundan a las viviendas o poblaciones, típico caso es por ejemplo Tumbes, Piura, Chiclayo e Ica. En general todas las ciudades costeras son susceptibles de ser inundadas y las quebradas que permanentemente deslizan material arrasan con poblaciones enteras son conocidas y sin embargo se sigue construyendo allí. Tal es el caso de Chosica en donde existe desde el año 26 información de la inundación y arrase de la población en la quebrada de Huaycoloro.
Existe estadística de más de 500 años de los Niños sucedidos, los más fuertes de la historia fueron los años 25, 83 y el sucedido entre los años 1997 y 98. A pesar de no contar con adelantos científicos, la historia registra por ejemplo, que en la bitácora de un galeón español de la época se relata que cuando iba al norte a vela en ciertos años y en ciertos meses, particularmente en diciembre, había una extraña corriente contraria a la corriente que los llevaba hacia el norte y debían proteger los cascos de las naves encobrándolos de manera de evitar que sean agujereados por las termitas marinas que perforaban a los galeones de madera.
Qué tan difícil resulta que nuestras autoridades tomen nota de esto, luego del Niño de los años 97-98 la CAF presento un extenso documento, que lo tengo en mi archivo, en el que kilómetro por kilómetro a lo largo de la costa describía qué tipo de evento se iba a producir, qué puentes se verían afectados, qué quebradas se activarían y en qué lugares se cortarían las carreteras. En los años 97-98 todos los puentes sobrevivieron, a diferencia del año 83, porque falto lo más importante que un país tiene que desarrollar para estos eventos recurrentes, la PREVENCION.
No sé si será por ignorancia o por complicidad, pero Defensa Civil tiene por función tanto la prevención como la remediación, en la remediación simplemente hay que actuar en estado de emergencia una vez producido el desastre, en la prevención se puede hacer, como se hizo en el 97-98, reforzando oportunamente las áreas sensibles. Las inversiones en forma de remediación permiten y han permitido en otras oportunidades un indebido e ineficiente uso de los pocos recursos disponibles, tal como sucedió con la famosa “Reconstrucción con cambios”, que hasta la fecha no concluye.
Durante mi periodo congresal presente un Proyecto de Ley, que fue expuesto y aprobado por el Consejo de Ministros en mi presencia, creaba una institución denominada Preven, en un congreso sin mayoría desecharon el proyecto y al proyectista que era yo. Insistimos con el apoyo del también congresista Luis González Posada y mi equipo, presentando un nuevo proyecto, mucho más ambicioso, que no solamente involucraba la prevención para El Niño, sino también para friajes, aludes y otros eventos recurrentes característicos de nuestra geografía, logrando su aprobación. Esta institución, que hoy en día se denomina Cenepred, no ha sido adecuadamente considerada y fortalecida, a pesar de que puede contar con un gran apoyo de la comunidad internacional, en su momento, en una primera solicitud que presentamos al Banco Mundial nos ofreció un crédito blando casi sin intereses, porque es más barata la prevención que la remediación, sin embargo, continuamos recurriendo al empleo de recursos cuando el daño ya se produjo.
Hay ya un calentamiento del mar de dos grados en la parte oeste de Australia, Japón y Nueva Zelanda, predice un nuevo Niño. En un próximo artículo explicare la mecánica de lo que se puede conocer hasta hoy del funcionamiento del evento recurrente de El Niño.
