En una vergonzosa sesión parlamentaria el Congreso aprobó en primera votación la reelección por un periodo inmediato para alcaldes y gobernadores como pulseando a la ciudadanía a ver qué pasa, a ver qué dicen, a ver cómo reaccionan, si la gente se queda callada, lo aprobamos también en segunda votación y listo, aquí no pasó nada, oleado y sacramentado el lobby perfecto, los acuerdos bajo la mesa, la compra de votos a vista y paciencia de todos y con una desfachatez en grado sumo. Evidentemente de este Congreso no se puede esperar nada bueno y eso se refleja en las últimas encuestas de IEP en donde hay un 93% de peruanos que los rechaza, entonces, los actuales congresistas no tienen legitimidad alguna frente al país y, ¿enserio creen que pueden pasarse por encima la voluntad popular que le dijo NO a la reelección mediante referéndum? ¿91 congresistas de las bancadas de Fuerza Popular, Acción Popular, Avanza País, Somos Perú, Alianza Para el Progreso y Podemos Perú creen que pueden zurrarse en la cara de millones de peruanos? Ante esto, además, también deviene otro cuestionamiento, la inconstitucionalidad e ilegalidad de eliminar, restringir, limitar y atentar contra el derecho fundamental de elegir y ser elegido mediante la participación en un movimiento regional dado que con la modificación del artículo 35 de la Constitución ya no se puede participar a través de ellos.
Esto es gravísimo, toda vez que al interior del país en las elecciones más recientes los movimientos regionales ganaron 12 gubernaturas, 122 alcaldías provinciales y 983 alcaldías distritales, haciendo una suma de 1,117 gestiones ganadas. Una mayoría aplastante frente a los partidos. La principal opción y fuerza política al interior del país son los movimientos regionales, es una realidad innegable. La gente no cree y no quiere a los partidos políticos nacionales tradicionales.
Entonces, ¿por qué quitarles a los movimientos el derecho a seguir participando? Los partidos políticos nacionales tradicionales hacen el ridículo en provincias elección tras elección perdiendo todo o solo ganando mínimamente algunas alcaldías en disputa, por esa razón es que quieren sacarse de encima a su rival más fuerte para tomar el control absoluto de las administraciones, convirtiendo las elecciones regionales y municipales en un oligopolio político, en una dictadura electoral.
Este atropello debe evitarse, la sociedad civil organizada en su conjunto tiene que alzar su voz, el Perú es de los peruanos y a ellos se les tiene que consultar mediante referéndum otra vez si estarían o no de acuerdo con el regreso de la reelección, con la eliminación de los movimientos regionales, con el regreso de la bicameralidad, con sus bonos congresales extraordinarios y tantas perlas más negociadas y aprobadas entre gallos y medianoche a espaldas de la ciudadanía, al caballazo, solo velando por sus intereses personales. Quizá sea el momento otra vez de ponerse de pie frente a este claro caso de abuso de poder. Ya les queda poco, un mejor tiempo ha de venir, ¡tengamos fe en el Perú!
