Entre ellas, Personas con Discapacidad (PcD), son las más olvidadas, sin goce de derechos y oportunidades. Entrevistando y compartiendo experiencias y vivencias con diferentes líderes de la sociedad civil del colectivo, organizaciones de personas con discapacidad de nuestro país, nos ha llevado a la afirmación, conclusión y deducción que de los sectores poblacionales más vulnerables, son las PcD, las más olvidadas y discriminadas a tal punto; que «No se sienten gozar, ni ejercer sus derechos y oportunidades» tal como la ley lo estipula en los tres niveles de Gobierno y que Internacionalmente lo emanara la «Convención de Naciones Unidas por los Derechos y Oportunidades de las PcD» y ratificada por el Estado Peruano con Resolución Legislativa Nº 29127.
Hasta la fecha, continúa aun esa preocupación por la grave crisis que existe, debido a la falta de atención a las demandas y a la atención de las principales necesidades básicas que cualquier ser humano presenta y que en una PcD, per-se a sus deficiencias, a sus limitaciones y a su condición de discapacidad, sea esta física, sensorial y/ó mental; no podría desarrollarse, ni ejercerla en condiciones iguales que otra persona que no tenga la discapacidad.
En tal sentido, el Estado peruano, autoridades y sus gobernantes junto a la sociedad en general, deben estar preparados y concientizados a implementar y fortalecer las herramientas necesarias, las acciones y las estrategias oportunas con programas básicos que nos permitan disminuir y acercar brechas de exclusión, discriminación y marginación en todos los sectores y niveles de la población para garantizar una vida digna con goce de derechos y oportunidades.
Más aún, si sumamos a la actual y grave crisis política, económica y social que fuera agravada por la emergencia sanitaria y post pandemia, COVID 19, las PcD como poblaciones vulnerables, se sienten cada vez más olvidadas y discriminadas, que lejos de haberse disminuido las brechas de exclusión y discriminación; estas se han visto más abandonadas, como es la falta y goce de derechos y oportunidades, falta de fuentes de trabajo, el cumplimiento de la cuota laboral, creación de fuentes productivas de trabajo, acceso a los servicios públicos, a una educación de calidad, a una atención oportuna de salud, al goce de una vivienda digna, al transporte, a la comunicación universal y accesible.
Por todo esto, no solo es urgente y necesario reformular e implementar verdaderas Políticas Públicas con enfoque de desarrollo inclusivo, de género humano con sostenimiento en el tiempo y que sean integrales. Entre otras de las principales propuestas a implementar, es el devolverle la rectoría a su ente rector, el CONSEJO NACIONAL PARA LA INTEGRACION DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD – CONADIS y su Consejo en pleno, junto a sus verdaderos protagonistas las PcD para la elaboración de proyectos, programas y actividades, declarando en emergencia y prioridad su temática, como un tema transversal, inclusivo y de género humanos que en nuestro país alberga al 10.4% de su población existente. ¡Adelante!