En el Perú 4 de cada 10 niños (43.1%) sufren de anemia. Las mayores prevalencias se presentan en las regiones: Sierra Central, Sur y la Amazonía. La última “Encuesta Demográfica y de Salud Familiar”, del Instituto Nacional de Estadística e Informática, evidenció que el 70,4% de los niños de tres años de Puno padecen de anemia. En segundo lugar, se encuentra Ucayali, con 59,4%.
La anemia limita sus cerebros sin recuperación posible. Es decir, irreversiblemente para toda su vida. Es importante encontrar una solución inmediata, ya que esto viene afectando en forma irreversible el capital más importante del Perú, que es su capital humano. ¡¡Sin eso no hay futuro en el país!! La anemia es el «cuello de botella» del desarrollo en el Perú. Para que sirven las buenas escuelas, los buenos profesores, si van a recibir niños limitados cerebralmente.
El “Capital Humano” afectado por la anemia se considera la causa principal de la pobreza y sobre todo de la desigualdad en el Perú, generando sus grandes males, desde la informalidad hasta la delincuencia.
Las poblaciones como los niños pequeños, las embarazadas o las mujeres lactantes, requieren cubrir sus requerimientos nutricionales a través de la suplementación adicional con micronutrientes. Por esta razón, se ha encontrado que la estrategia para luchar contra la desnutrición crónica y la anemia en los países en desarrollo es “La Fortificación de Alimentos de Consumo Masivo” como el arroz, la leche y otros.
Esto ya se demostró en Costa Rica, que con una estrategia de fortificación obligatoria de todo el arroz consumido, con hierro, ácido fólico y vitaminas, se logró reducir sus índices de anemia en un 80% en 10 años. En el caso del Perú esta solución sería aun más efectiva, ya que somos el país que más consume arroz en América Latina.
El 2021 se publicó la Ley No. 31348, que “propone el enriquecimiento del arroz en el Perú” y por Resolución Ministerial No 597-2022-MINSA, se propone su reglamentación que acaba de salir, pero no es obligatoria para todo el arroz que se consuma como alimento, sólo obligatoria para los Programas Sociales y para las empresas productoras de arroz que están obligadas a tener una línea de arroz fortificado, lo cual dejaría sin cubrir la mayor población vulnerable..
Ya algunas empresas habían comenzado a comercializar el arroz fortificado, pero el consumidor desconocía sus beneficios y no lo demandaba y ahora ya no se venden. La fortificación obligatoria de todo el arroz elimina la necesidad de crear costosas campañas de concientización. En Costa Rica sirvió porque se hizo obligatorio a todo el arroz y la diferencia del costo es mínima no llega ni al 1%.
Es necesario que su fortificación sea obligatoria, siguiendo el ejemplo de la sal yodada que acabó con el Bocio en el Perú.
¡¡Es el primer paso para lograr eliminar la pobreza reduciendo la desigualdad!! ¡¡La Anemia no lo es todo, pero con Anemia lo demás es nada!! ¡¡ADELANTE!!
(*) Expresidente de la República