La ajedrecista chimbotana Luciana Arenas Lavado recibió el título: “Woman Fide Master”, título otorgado por la Federación Internacional de Ajedrez, que la convierte en la primera “Maestra de Ajedrez”, nacida en Chimbote. Además, con este título y a sus cortos 15 años, también ostenta ser la “Maestra Femenina” más joven del Perú.
El caso de Luciana Arenas, que siendo tan joven, ha ganado tan importante reconocimiento, nos inspira a seguir destacando el hecho de que en Perú existe un grupo valioso de mujeres exitosas, que sobresalen en diversas áreas y que sin importar los obstáculos, cada día forjan su presente y su futuro con determinación y coraje, porque están enfocadas y determinadas a crecer y desarrollarse.
En épocas en que la identidad femenina es atacada por ideologías que postulan diversos tipos de mujeres, rechazando la concepción científica que establece que es mujer, solo aquella que nació con el sexo femenino; nos toca luchar por reafirmar nuestra identidad de mujer, ante hombres que alegan autopercibirse como mujeres y que por ello, exigen falsos derechos de reconocimiento e igualdad ante su falaz autopercepción.
Existe otra corriente ideológica: el feminismo, que infestada de raíces marxistas, pretende destruir el rol social de las mujeres en la constitución de las familias y en la sociedad, degenerando en la masculinización de la mujer y en la feminización del hombre, bajo la falsa bandera de igualdad que esconde un odio visceral hacia los varones, en una sociedad que según ellas es heteropatriarcal y por ello aborrecen, no solo la constitución de la familia sino también de la vida humana que se inicia desde la concepción, abogando por el aborto bajo el falso concepto de que: “es su cuerpo, es su decisión”, desconociendo la existencia de la vida humana que la mujer embarazada lleva en su vientre, vida cuyo desarrollo evolutivo en la etapa intra uterina, merece ser protegida y amparada por el Estado íntegramente, respetando su dignidad, ya que se trata de un ser humano en la etapa de desarrollo inicial de su vida.
Nuestra identidad femenina, patriota y cristiana, como mujeres, como peruanas y como creyentes en Dios, son puntos que nos unen para construir juntas una gran nación. Dejemos de lado cualquier agenda política e ideológica de quienes nos han dividido porque saben que unidas, somos más fuertes. La educación es clave para nuestro crecimiento y desarrollo, nos merecemos construir juntas, un Perú con grandes oportunidades de crecimiento económico, que respete nuestra identidad cultural y sexual, nuestros principios, valores y tradiciones, que han sido la columna vertebral de la construcción de nuestra República.
Las mujeres peruanas tenemos un gran potencial, estamos llamadas a hacer historia y por ello debemos educarnos siempre, sin importar nuestra edad biológica, la juventud y la experiencia deben unirse para que haciendo sinergia, contribuyamos juntas al desarrollo de nuestra amada patria, porque solo la unidad nos fortalecerá frente a la ideología de género, el feminismo, el marxismo cultural, el wokismo, el terrorismo y cualquier otra ideología trasnochada que pretenda destruirnos como nación.
