En un informe periodístico sobre la intervención en uno de los sesenta y ocho establecimientos penitenciarios que existen en el territorio nacional, donde se encuentra recluida una población penitenciaria cercana a los noventa y cinco mil internos, refiere que allí fue ubicado policialmente un interno con “correos” receptores de información de los penales, por lo cual esta persona sabía de todo.
Por estos días en Trujillo un grupo trece internos, de los llamados bravos, integrantes de “los Compadres”, “Los Malditos“ y “La Jauria”, fueron retirados de sus penales sorpresivamente para llevarlos a lugares de mayor seguridad según las informaciones comentadas por los recluidos
La detención de este grupo, de nivel, según los internos, ha permitido reunir material relacionado con el movimiento generado, entre internos y grupos que, desde el exterior, les proporcionan facilidades como objetos que, los internos, transforman en instrumentos peligrosos. En aparatos para defenderse, en acciones realizadas por los belicosos, que siempre sobran.
Todo esto, en el control, ha permitido avanzar, y lograr detalles sobre la forma de operar de las organizaciones criminales en la región La Libertad, región con demasiado desorden delictual en la vida interna- Esto, ha permitido, a las autoridades políticas y a las fuerzas del orden, alternativas para poder hacerles frente a la actividad delictual de los trujillanos.
El grupo policial ha logrado obtener información. Ellos han contado como se ha llegado y, en que forma, se ha usado, para apoyar movimientos internos.
El penal El Milagro, en Trujillo, tiene entre su población auténticos cabecillas, de peligrosas organizaciones criminales. Se ha comprobado que internos estaban digitando, desde sus celdas hechos delictuales..
Los trasladados fueron recluidos en los penales de Challapalca, Ancón I, Cochamarca y Juliaca.
Las autoridades subieron a los techos de casas contiguas a los penales y encontraron dispositivos dirigidos a los penales. Se encontraron varias líneas internas con destinos carcelarios, con techos y azoteas vecinas.
Dijo otra autoridad: “Estas personas han puesto antenas y sistemas de mensajería que no se pueden permitir. Es una labor que estamos haciendo en conjunto con la Policía y que demuestra el trabajo en contra de la delincuencia. Es una promesa que se hizo y no vamos a permitir que la delincuencia gane Trujillo”. Todas las antenas fueron retiradas.
Periodista
