Hace cinco años, Javier Milei, el reciente libertario, así lo califican muchos, candidato ganador en las elecciones primarias de Argentina –debe ir a otra ronda– expresó su opinión, referente a su Santidad Francisco, al señalarlo como: “Zurdo h ..de pu… pregonero del comunismo en el mundo”.
Todo lo propuesto, hasta el momento, en el campo social, por el líder de “La Libertad Avanza”, ha dejado muy pensativos, y con dudas, a un gran sector de los votantes argentinos. Pero más allá de sus radicales propuestas económicas, es en el ámbito social, donde sus ideas han causado mayor revuelo.
Legalizar el mercado de la venta de órganos, fue un impacto directo, para siete mil quinientos enfermos gauchos, en la cola de quienes esperan un órgano, que le permita prolongar su vida.
Su candidata a la vicepresidencia ha puesto en duda las acciones violentas de militares en gobiernos pasados.
Villarruel, quien es hija de militares, se ha destacado al no creer en los delitos de uniformados, cometidos durante el régimen militar que gobernó Argentina desde 1976 hasta 1983.
Pero estos no han sido los únicos aspectos polémicos de su campaña. A Milei se le ha acusado de tener comportamientos tímidos en distintos ámbitos políticos.
Sus conceptos como sería el campo de la educación, el gasto público, desarrollo social y salud, han dejado a ciudadanos de todo el territorio muy preocupados anunciando recortes en los aportes económicos.
Ha unido todos esos frentes, y los ha llamado: Capital Humano. Y la propuesta es directa: fusionar los tres ministerios que manejan estos temas en uno solo, al que llamaría de “Capital Humano”
En el campo de la salud propone el denominado “seguro universal”. Pacientes y médicos acuerdan los honorarios a pagar por esos servicios médicos.
En parte de sus ofrecimientos dijo textualmente: “En mi gobierno no va a haber marxismo cultural y no voy a estar pidiendo perdón por tener pene.”
También anuncio un posible cierre del Ministerio de la Mujer. Piensa, quiere terminar con los bancos centrales, cuando habla sobre la política económica.
Para referirse a su compatriota, el Papa Jorge Mario Bergoglio, suele usar expresiones como, “Asno, burro, ignorante, nefasto, zurdo …”
¡Que Dios lo perdone..!