Por Moisés de Pablo
El 24 de octubre de 1842, fallece en Lima después de casi 20 años de autoexilio, el Libertador de Chile y Padre de la Patria Capitán General Bernardo O’Higgins Riquelme. El Perú lo recibió fraternalmente, en agradecimiento por haber sido determinante en la Independencia Peruana mediante la organización de la Expedición y Ejército Libertador del Perú, su gobierno le entregó una casa en Lima, las haciendas de Montalván y Cuiba; y una pensión como Gran Mariscal del Perú, todo ello le permitió vivir austeramente hasta su muerte.
Don Bernardo murió de sesenta y cuatro años y prácticamente un tercio de su vida lo vivió en el Perú. Sepultado en un modesto nicho del Cementerio Presbítero Maestro de Lima, donde permaneció casi 30 años, siendo repatriados sus restos en 1869. Hoy descansa perpetuamente en la cripta de mármol que se ubica en el Centro Histórico Cultural con vista al Palacio de La Moneda en la Plaza de la Ciudadanía en Santiago de Chile.
Así un 24 de octubre de 1842 expiró en una sencilla cama en la casa ubicada en la antigua calle Espaderos hoy casa O “Higgins en el Jirón de la Unión, junto a su vestidura de franciscano que pidió fuese su mortaja fúnebre, aquel que la gran Gabriela Mistral definió como: «El mejor de entre los nuestros».
