Por: Omar Chehade / Nunca más el Parlamento será refugio de quienes postulan a éste con el propósito de eludir la acción de la justicia, de aquellos que lograron llegar al primer poder del Estado para beneficiarse con viles impunidades, parapetándose en la protección que dan los fueros constitucionales para el mejor ejercicio la función parlamentaria, pero que en las últimas décadas lo aprovecharon para burlarse de la ley, en colusión con quienes votaban por el blindaje a cambio de favores similares cuando también se encontraban en parecidos trances.
Esto se acabó, ya que desde la Comisión de Constitución a nuestro cargo se ha reformado el artículo 93 de la Carta Magna, eliminando la tradicional inmunidad parlamentaria que nació para proteger la función congresal ante el abuso y prepotencia de las dictaduras, pero, a medida en que el sistema democrático se iba fortaleciendo, aquella fue degenerando en manos de quienes la usaron como refugio de sus escandalosas fechorías.
Esta decisión adoptada el día 30 de junio último ha sido de carácter histórica para los destinos institucionales del país, ya que quienes postulen al parlamento y tengan deudas con la justicia, tendrán que afrontarlas como el más humilde ciudadano de a pie, en condiciones de igualdad ante la ley, pudiendo ser procesados y apresados sin privilegios procesales de ninguna clase.
Por supuesto que, esto no implica dejar desguarnecida la función legislativa, ya que han quedado a salvo las inmunidades de votación y discurso, que son inherentes a la función parlamentaria. De este modo el Congreso de la República verá fortalecida su condición de poder de representación y llegarán a él solo quienes estén dispuestos a no usarlo de escudo e impunidad.
En la misma línea de radicales reformas, hemos creado también la norma que impide postular a cargos de elección popular y acceder a cargos públicos, a quienes tengan sentencia condenatoria por delitos dolosos; muy a pesar de quienes desde las horas previas nos bombardearon con adjetivos y versiones antojadizas que no correspondían a la realidad, confundiendo las etapas de discusión parlamentaria con el producto final que es el que finalmente hemos logrado.
A lo antes mencionado se suma la paridad de género lograda en días anteriores, que permitirá la participación igualitaria de hombres y mujeres, a partir de las elecciones del 2021, en las planchas presidenciales, listas parlamentarias, de consejeros regionales y de regidores; adelantándonos así en 10 años a las reformas propuestas el año pasado por el Poder Ejecutivo.
Por supuesto que, tampoco nos hemos olvidado de los peruanos en el extranjero, que ahora tendrán también representación en el Parlamento nacional, y jamás sean vistos como ciudadanos de segunda categoría.
Que el trabajo realizado, y seguiremos haciendo denodadamente, sea nuestro mejor homenaje a la Nación y al sufrido pueblo peruano en el mes de la patria que celebramos durante este mes de julio. Siempre contigo Perú.
(*) Congresista de la República y Ex Vice Presidente de la República