Mucho se habla de la problemática migratoria proveniente de Venezuela y Colombia hacia el Perú y su incidencia en la inseguridad ciudadana, atribuyéndoles la llegada de sicarios, extorsionadores y proxenetas, así como también prestamistas del ‘gota a gota’, que han atentado contra la tranquilidad de los peruanos en general.
Cabe mencionar que esta migración es visible y notoria, por el diferente biotipo y características raciales de los extranjeros comparados con los peruanos. Sin embargo, es necesario resaltar también que no todos son delincuentes. Debemos separar la paja del trigo, ya que también han venido personas de bien, honradas y profesionales.
En los últimos diez años, bajo el gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS) y bajo la conducción de Evo Morales nuestra hermana República Plurinacional de Bolivia ha sufrido una lamentable transformación. De ser un país rico en recursos naturales, con inmensas reservas de gas, litio y minerales polimetálicos y con cierta estabilidad económica, ha pasado a ser un país quebrado sin reservas internacionales, sin gas, con enormes paralizaciones del sector agrícola que han detenido su economía, debido a las erradas políticas de Morales y su gente del socialismo al siglo 21, quienes han destruido la economía y se han constituido en una fábrica de pobres y un país donde hay que amanecerse para conseguir los artículos de primera necesidad de la canasta familiar, a pesar de ser un país muy rico en recursos naturales.
Esta situación económica está obligando a sus connacionales a desplazarse hacia otros países de Sudamérica y uno de esos territorios elegidos es el Perú, lugar donde ellos encontrarán las puertas abiertas, ya que el comercio hacia Perú siempre ha estado presente y por sus características raciales no serán de ninguna manera marginados, por el contrario se sentirán como en casa y el sistema migratorio peruano no los podrá detectar y su ingreso por las fronteras del sur si antes entraban oficialmente, ahora lo podrán hacer formal e informalmente.
Habría que analizar cuál será la actitud del gobierno peruano para incorporar formalmente a quienes crucen la frontera y se incorporen a la población económicamente activa (PEA) nacional. Para ello, debemos enfrentar este efecto globo entre países de la región, cuando, alguno de ellos, enfrentan problemas internos. Así se han sucedido emigraciones de peruanos a Chile, Argentina y Bolivia, en grandes cantidades, y ahora debemos resolver el problemas de inmigrantes hacia Perú, de manera ordenada y que no afecte los intereses nacionales.
Todo esto se está dando de manera natural y hace presagiar que la integración se está dando de facto y logrando objetivos que los organismos multilaterales como la Comunidad Andina de Naciones (CAN) han planteado, teóricamente, sin resultados.
Finalmente, debemos asimilar y empezar a trabajar a nivel país cómo integrar a grupos humanos de países vecinos y cómo debemos enfrentar también la integración de peruanos en nuestro interior, desde las zonas rurales hacia las zonas urbanas.
El tema migratorio es responsabilidad principal del ministerio del Interior, a través de sus organismos competentes. Es este quien deben regular y controlar los procesos migratorios de entrada y salida de nuestro Perú.
(*) Expresidente del Consejo de Ministros