Por: Phillip Butters / Hace cinco meses alerté en estas líneas de LA RAZÓN que si el confinamiento como consecuencia de la pandemia por el covid-19, se alargaba más de tres meses, se iba a originar un gravísimo problema, en cuanto a los ingresos familiares y como consecuencia de ello, al corte de la cadena de pagos de los temas domésticos y ciertamente eso ya pasó.
Como es obvio, se hicieron una serie de ajustes laborales, en los planes perfectos de suspensión de obligaciones, que a la larga sea dicho, fueron bastante “imperfectos”, mucha gente ha sido despedida a estas alturas de la pandemia, hay otros a los que se les ha reducido el sueldo y se ha incrementado la población económicamente activa que ha pasado a la informalidad, muchísima gente está haciendo de vendedor ambulante, está trabajando en oficios que no son afines a sus estudios, y por supuesto, cada día hay más transportistas, taxistas y mototaxistas que buscan recursearsela al margen de las normas establecidas. Hay 175 mil muchachos que han dejado la universidad.
Evidentemente, la desgracia de la pandemia ha sido dura para con todo el mundo, pero recordemos que el Perú tiene la particularidad que el 28% del PBI en promedio está dado por la clase media. La clase media que tiene las pequeñas y medianas empresas, que consume, la clase media que tiene un pequeño crédito hipotecario, que tiene un crédito bancario y familias que acumulan deudas en varias tarjetas de crédito, en ese contexto sugerí que se haga un plan “Reactiva Familia”, lo cual implicaba el estudio y la focalización de las deudas que tenían familias completas, es decir, ubicar la tarjeta de crédito del papá, de la mamá y de los hijos, tema que la SBS tenía que saber, porque además de tener apellidos en común y filiaciones fácilmente cruzadas con Reniec, todas estas tarjetas llegan a la misma dirección.
La idea era establecer un paquete en donde el Banco de la Nación, asumiera esas deudas, a una tasa de interés no comercial, sino una subsidiada, tal como es el bono del reactiva para las empresas y le pudiera dar a las familias un bono, y un periodo de gracia de un año, pero con la condición que se retiren del sistema de las tarjetas de crédito y que puedan vivir de su flujo de caja normal. Reitero, era elemental que se parase la posibilidad de seguir dándole vueltas a las tarjetas de crédito, generando un carrusel muy maligno. Bueno eso ha pasado, pero ahora la señorita María Antonieta Alva, supone que va ser una gran ayuda si el estado pone un aval sobre deudas de crédito de consumo de montos menores a 5 mil soles y con eso, al bajarse el riesgo, se bajaría la tasa de interés. También le pide a los bancos que bajen 20% esa tasa de interés. Lo propio quiere hacer con los créditos hipotecarios menores de 200 mil soles.
Y bueno, los de las pymes también es poco significativo con la realidad, porque el punto central de una deuda, es que este es importante en la medida de que el cliente o el deudor tenga capacidad de pago, uno puede deber 5 mil soles y si tiene cero ingresos que van a ser permanentes, por lo que los 5 mil soles van a ser impagables, inclusive, con una tasa muy baja, es algo que cualquiera puede entender.
Por otro lado, el Congreso de la mano de Urresti y muchos otros populistas lo que proponen, es simplemente, que se congelen las deudas, pero no dicen cómo es que el banco les va a cobrar las tarjetas de crédito, o los créditos de consumo, o los créditos vehiculares, o los créditos hipotecarios a las familias, cuando el verdadero problema es que las familias van a quebrar, porque no tienen ingresos.
Sus patrimonios se van air al piso, porque los bienes inmuebles ahora valen menos, porque los autos se deprecian y si no tienen ingresos no van a tener cómo pagar ni en 6 ni en 10 meses. La situación es harto complicada pero el Gobierno se ha gastado más de 35 mil millones de soles en créditos que han ido a empresas que no lo necesitaban. Y ahora ¿Qué hacemos?. A cruzar los dedos, entre las barbaridades que propugnan populistas como Urresti y las cosas tan sencillas y tan poco realizables como las que está dando la señorita María Antonieta Alva, porque eso no soluciona.
Simple y llanamente se tienen que tomar todas las deudas de las familias y encapsularlas. Y para eso, se requiere un estímulo fiscal inmenso, pero el problema es que ahora recién anuncia el MEF que la caída de la economía de este año, puede llegar a un 20%, siempre y cuando no haya una disrupción bancaria. Precisamente, ese es el problema, pues que la gente va a dejar de pagar sus deudas y va a haber disrupción bancaria, problema gravísimo, acaso el problema más grave del Ministerio de Economía que hoy no tiene solución.
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