Por: Phillip Butters / Tal como era previsible el fiscal Juárez Atoche ha denunciado por aportes ilegales de campaña y lavado de activos a Ollanta Humala Tasso y Nadine Heredia Alarcón, la ya famosa y consabida “pareja presidencial”. Estos dos aventureros se hicieron de un Partido el Nacionalista, con el cual intentaron por una primera vez ser los “presidentes” del Perú, con el patrocinio, seguramente de dineros de Chávez, y no lo lograron. Bueno, la segunda fue la vencida, sólo que se sumaron los fondos de “Nico”, que nada más y nada menos era Nicolás Maduro y como no, los grandes dineros de
la Caja 2 de Operaciones Especiales de Marcelo Odebrecht, el corrupto que manejó a su antojo la empresa constructora más grande de Brasil y del Perú en todos los tiempos. Para lograr ese cometido, los señores manejaron fondos inmensos, a saber del fiscal en mención, cerca de 12 millones de soles de desbalance, de dineros ingresados no justificados, con los cuales el hermano de Nadine Heredia, Ilan Heredia, que era el tesorero, hizo pasar por aportes de una serie de pequeños señores que nunca tuvieron cómo justificarlos. Ese fue el “pitufeo” del Partido Nacionalista. Pero estaba también la mamá de Nadine, Antonia Alarcón, con un patrimonio inusitado y la amiga Rocío Calderón, entre sus más cercanos colaboradores, con fondos realmente por demás extraños, el hecho es que estos señores se hicieron del poder en el Perú comenzaron a devolverle favores a Odebrecht y, por supuesto, los tres millones de dólares que Odebrecht puso para su campaña, seguramente se lo devolvieron en obras tan impresionantes como el famoso Gasoducto Sur Peruano, por el cual en este momento están siendo investigados. El hecho es que esto es una vergüenza para el Perú, porque en buen romance Odebrecht compró al Presidente, desde su llegada a Palacio de Gobierno. Y uno que ha querido llegar a Palacio de Gobierno en base a cuentazos y a mentiras mediáticas es un tal Julio Guzmán, que ahora lloriquea, se encabrita, se “waripolea”, se insufla, se arrebata y se aloca diciendo que la acusación que le plantea la investigación que plantea José Domingo Pérez, por presuntamente haber recibido fondos de campaña se debe a que yo, el suscrito, entrevisté un día a un congresista Morales, del cual ni siquiera me acuerdo su nombre, ni siquiera haber tocado el tema de este “moradito” y este supuesto congresista lo mencionó, después que otro señor, que no sé, ni cómo se llama lo acusó y que como consecuencia de eso el fiscal José Domingo Pérez lo está acusando. ¡Cosa que es una locura! Además, se aúpa en que yo hubiera hecho una “Fake News” la verdad es que este señor está acostumbrado, a decir continuamente estupideces, que se las soportan sus entrevistadores de turno. Para comenzar, nunca en mi vida me ha querido dar una entrevista, porque tirita de miedo, no sé, él debe creer que yo soy homofóbico, o que no me gusta el color morado, cuando es falso, porque mi familia y yo somos devotos del Señor de los Milagros. A mí lo que me disgusta es su cobardía, el haber abandonado a una presunta amante o íntima amiga, en un cuarto de un edificio que iba a estar en llamas en minutos, haberlo negado. No haber tenido ni siquiera la pericia de tomar un extinguidor, para salvar a esa señora, lo pone como un mequetrefe como lo que es, pero de ahí, a que él crea que yo estoy interesado en hacerle daño, eso es falso. Yo en mi vida he tenido siquiera juicios por difamación. Salvo los que me hizo Burga (Todos se los gané) y nunca he tenido siquiera que firmar una carta rectificatoria, pues mi credibilidad es solidísima, por mucho que les duela a mis enemigos. Ahora bien, les comento que el día domingo, un colaborador mío en Combutters, muy cercano, me contó que se sentía mal, yo presumía que eran Covid-19, tema que se confirmó el día lunes, ese mismo mía yo procedí a hacerme una prueba rápida en los estudios de PBO Digital que salió negativa, pero como yo soy lo que hago y no lo que digo, me saqué de inmediato una prueba molecular la cual me arrojó positivo y es por eso, yo estoy en cuarentena desde el día de ayer, porque nada me hubiera costado ir a trabajar simplemente, pensando que la prueba rápida era la verídica, cosa que ratifica lo que siempre he pensado, las pruebas rápidas prácticamente no sirven para nada. Gracias a Dios soy asintomático, y estoy con un tratamiento a base de Ivermectina y no tengo ningún síntoma. Espero que las cosas sigan así.
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