Por: Phillip Butters / Fujimori está preso en DIROES, y al margen de que lo consideren culpable o inocente, tiene que purgar una condena que prácticamente es una pena perpetua. Por la edad que tiene Fujimori, difícilmente sobreviva a lo que le resta de su condena. Como es obvio, el señor hace política desde muchísimos años atrás y ha intentado por todos los medios, legales e ilegales, salir. Inclusive con Kenyi a la cabeza estaba fraguando un segundo salvataje a PPK, en las famosas charlas entre los congresistas Mamani y Bruno Giuffra, el propio PPK y Alberto Borea. Eso salió pésimo, chamuscado todo el mundo, entre ellos Kenyi Fujimori. Él está donde está y no tiene cómo salir. Es muy difícil que Keiko Fujimori gane las próximas elecciones, a lo sumo aspira tener una bancada importante, de tal manera que es bien complicado que Fujimori busque una amnistía congresal para salir de la cárcel, o inclusive poder negociar con el futuro Presidente a cambio de los votos de su bancada una posibilidad de indulto, que ya francamente sería tirado de los pelos, de tal manera que su suerte, parece echada.
Por supuesto, Keiko Fujimori aspira pasar a la segunda vuelta e inclusive pelear la posibilidad de ser la Presidente del Perú. Lo cierto es que hoy su prestigio está dinamitado y tiene algunos actos desesperados como la “contratación” de “Nano” Guerra García, un señor que dice ser emprendedor, que sería bueno que le diga a la opinión pública cuál es su patrimonio, qué tiene, dónde lo tiene, y que muestre cuando menos su declaratoria de bienes y rentas de los últimos 10 años, con todos los tributos pagados a la SUNAT, ya que si él se considera “líder de emprendedores”, empresario exitoso, lo mínimo que tendría que decirle a la gente es de qué vive y dónde lo tiene. El haber convocado a este señor que ha sido parte del Colectivo #NoaKeiko, es algo absolutamente tirado de los pelos. Este señor le ha dicho “bruta”, “vaga”, “incapaz”, al padre lo ha tildado de “corrupto” y “torturador”, y por supuesto prácticamente todo el fujimorismo debe tener “rabo de paja”. Peor no los puede haber tratado, pese a ello el señor ahora dice, considero que con falta de vergüenza y desfachatez, digna de causas gansteriles, que se había equivocado, que no era así. Que habló con Keiko, que la miró a los ojos y que se ha arrepentido.
Es más, se ha dado cuenta en ese momento, que sana, que salva y que cura y que viene otra vez como cuando se les aparece una imagen divina a los incrédulos, que Alberto Fujimori fue un gran Presidente, y que el fujimorismo sacó adelante al país y que por su puesto Keiko es inocente de todo lo que le dicen, y que él ha vivido absolutamente equivocado. Bueno, allá con los periodistas que se prestan para la farsa de escuchar al señor, haciendo gestos, caras, bocas, rictus tomándose la cabeza, cuando cualquier persona con sentido común sabe que él es un oportunista, un arribista que acá está viendo la oportunidad de llegar al Congreso, que siempre le ha sido esquivo. El problema no es solamente el fujimorismo, Keiko, Alberto y todos los que se prestan a esta farsa, como Martha Chávez, la señora Cuculiza, Luz Salgado o el propio Alejandro Aguinaga.
Tampoco el problema es la prensa. Es la gente. Los que al fin y al cabo van a votar por Keiko o por “Nano” Guerra García, es el pueblo peruano. El pueblo tiene que hacerse responsable de su voto y si de verdad quieren votar por alguien tan incoherente como Keiko, allá ellos. Yo no me hago problemas. El problema va a ser después, cuando gente como “Nano” Guerra García llegue al Congreso (exvillaranista, examigo de Yehude Simon, expartidario de Castañeda Lossio), se dé cuenta que Keiko no pasó a la segunda vuelta o que no ganó las elecciones, y vuelva a su estado natural de izquierdista, oportunista, ganapán. Será uno más de gente que la traicionó, como su hermano Kenyi al cual no lo ha perdonado, como Daniel Salaverry, como la actual ministra de desarrollo e Inclusión Social, Patricia Donayre, y por supuesto Pancho Petrozzi, y pueden seguir las firmas. Una raya más a la cebra.
¡Qué barbaridad! No aprende la pobre Keiko.
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