Lo reitero una vez más: Estamos ante un golpe de Estado comunista que ha infiltrado a sus más malditos componentes en las altas esferas del poder del Estado. No solo en el Ejecutivo, sino también en organismos públicos descentralizados, y cómo no, en las principales entidades que en teoría deberían defender la vida de los peruanos en el caso del Covid-19.
La PCM es un nido de caviares y de comunistas. Ellos son los que distribuyen los grandes presupuestos de publicidad del Estado, con lo cual acallan a la prensa.
No tengo ninguna duda que el Minsa está repleto de comunistas, Troskistas y anarquistas, que buscan la destrucción de la sociedad, desde el lugar en donde sería sanar a la pobre gente que está muriendo.
Esto comenzó seguro hace muchos años. Pero ha tenido su máxima expresión con Zamora y luego con Mazzetti, lo cual es obviamente ¡Indefectible!
Porque no me venga el Presidente Sagasti, que es del Partido Morado, a decir que la señora Astete se vacunó por la libre. Los dos viceministros de la señora Mazzetti se vacunaron porque se les ocurrió y que su gobierno no está manchado de la sangre de los peruanos, que se han muerto desolados en los hospitales, mientras que su cúpula se estaba vacunando.
Y ahí se burlaba no solamente la Mazzetti, sino también la Astete, de todos los peruanos.
La sádica de la Mazzetti dijo que ella iba a ser la última en vacunarse, hace semanas. Hace pocos días se paró y se largó de una conferencia de prensa, ante la pregunta de un reportero de PBO.
Ella se molestaba y se consideraba una Virgen, más cuando se ha ido entre aplausos. ¿Acaso ahora Gino Costa, Alberto de Belaunde, el fumoncito ese Olivares saldrán a defenderla en el Twitter?
Pero si de campeones de la perfidia se trata, ahí está Vizcarra. No solamente se ha vacunado él y su esposa, su cuñado y los de su mayor entorno, so pretexto que era del Cuerpo General de Bomberos, cuando ya ni bombero es. Y seguramente tendrá una denuncia fiscal mucho más contundente que la que pueda hacer Zoraida Ávalos, porque debe haber algún fiscal con valentía para enfrentar a estos malditos.
¿De qué estamos hablando? Le pregunto a usted, amigo lector de LA RAZÓN. De gente realmente vil que nos están matando todos los días, porque no me vengan que esto no ha sido seguro hecho por una presión del embajador Allan Wagner al propio Sagasti, y le debe haber dicho “Sal y di quiénes son los vacunados”.
Resulta que hay cerca de 500 funcionarios que han recibido la vacuna VIP. Yo la verdad es que dudo mucho que hasta la propia Zoraida Ávalos no se haya vacunado, porque de qué estamos hablando. Cómo van a seguir negociando la compra de cualquier otra vacuna, sin pensar que se van a estar beneficiando con esos lotes de vacuna VIP.
Y en todo esto, lo más grave se ha dado en el contexto de que no se les ha dado la gana de comprar los equipos de protección personal para los médicos, las enfermeras que han estado muriendo, los policías, tampoco han comprado las pruebas moleculares, menos los equipos de respiración artificial, ni tampoco las plantas de oxígeno.
Eso es ¡Apropósito! ¡Adrede! Lo están haciendo para matar al pueblo peruano, y para que se queden los comunistas, troskistas o anarquistas que son afines a sus ideas.
Esto beneficia directamente la candidatura de Julio Guzmán, de Forsyth, de Verónika Mendoza.
¿Acaso ellos los critican abiertamente? ¿Hacen deslindes? No. Ellos decían que el Congreso golpista había sacado a la sacrosanta Mazzetti. Cómo van a defender una persona tan incompetente. Esta señora tiene la por gestión pandémica del mundo y los peruanos se siguen muriendo todos los días.
Este Gobierno es indefendible y debería caer y renunciar de una buena vez Violeta Bermúdez.
Hay un mínimo de responsabilidad política. Ella es la Primera Ministra y dos de sus funcionarios de confianza, la precisamente encargada de negociar la compra de las vacunas y la que ejecuta el proceso de vacunación, que dicho sea de paso está lentísimo, son las personas responsables de esta burla al país.
No cae Violeta Bermúdez simplemente porque tienen a la prensa ¡Comprada! Así de claro.
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