Desde hace unos 20 años, los mal llamados “caviares”, que no son más que socialistas o comunistas “light”, se han hecho del Estado peruano copando ministerios como el de Trabajo, Justicia, Mujer, Ambiente, y todos donde supuestamente hacen obra social.
Tienen todo un universo paralelo de asesorías, consultorías y ONGs, pero ahí no queda la cosa. El apetito “caviar” es inmenso. Como en la época de Toledo se dieron cuenta que era interesante darles dinero a los medios de comunicación, comenzó una situación que hoy en día se ha convertido en perversa.
Alan García pactó con ellos para que no lo molesten por el tema del motín del Frontón. Negoció con García Sayán y con los “caviares”. Inclusive se dio el lujo de poner un MRTA, como Yehude Simon, de Premier. Y bueno, hasta que dejó de ser Presidente lo destrozaron, como fue evidente, y por eso su deceso.
En el quinquenio del “Nadidismo” y el “Humalismo” quedó clarísimo que se generó una dependencia directa de los grandes medios de comunicación del Estado y qué decir de la época de PPK, dicho inclusive por Meche Aráoz, en su libro, que Fernando Lombardi Zavala se repletó de “caviares” para que lo asesoren.
Ello no ha cambiado en la época nefasta de Vizcarra, Salvador Del Solar, Vicente Zeballos, Pilar Mazzetti y la Molinelli. Nosotros estamos ante una construcción de la realidad muy típica de los “caviares”, que han modernizado al comunista clásico italiano Gramschi, quien postulaba hace más de 80 años, que había que controlar la mente de las sociedades y lo lograron.
Sino cómo explicar estas tonterías que se publican en El Comercio. Y digo tonterías por calificarlo de la manera más suave.
Como hay nuevo director, este sábado y domingo leí ese diario y una de las cosas que me llamaron la atención fue la publicación de una encuesta de Ipsos Apoyo, en donde lo ponen como un líder positivo a Vizcarra, seguido de Pilar Mazzetti y María Antonieta Alva.
Bueno, la realidad para cualquier persona pensante y medianamente enterada es que Vizcarra ha sido nefasto para el Gobierno, para su ejecución presupuestaria, pésimo manejo pandémico y económico.
Precisamente, la señora Mazzetti es responsable de esto, como María Antonieta Alva, que son figuras supuestamente fulgurantes. Y los culpables de todo parecen ser Merino de Lama y Ántero Flores-Aráoz, que en menos de un mes dinamitó todo una vida de respeto, porque era considerado “el Premier de todos”, porque creyeron que era capaz de asumir dicha responsabilidad.
Ayer domingo, como parte de la agenda de la “caviarada”, publicaron un editorial, donde su nuevo director, el chico Aurelio Arévalo Miró Quesada, no dijo nada de los desmanes, de las pedradas y de las amenazas no solamente contra el cuerpo de la policía, sino de toda la población y de los llamados “manifestantes”. De relancina entrevistaron a cuatro recontra “caviares” con respecto al Bicentenario.
Además, dicen que le harán caso a Ipsos Apoyo con respecto a los cinco principales lugares y de las encuestas, y que será su agenda. En buen romance, Apoyo manda sobre El Comercio.
Pero además, dicen que publicarán a los “mermeleros”, siempre y cuando avisen que están “mermeleando” con determinado candidato. Es decir, columnistas asesores de políticos. Una locura.
Por último, se dieron el lujo de publicar un artículo de la señora Del Río, que ya entre su familia dijo que “Vizcarra ha robado como se le dio la gana”, destrozando la gestión pública de Vizcarra para con el coronavirus.
Eso no se atreve a decir en las ondas de RPP, otro medio absolutamente arrodillado al poder del Estado. Además, tilda de inútil y ocioso a Sagasti.
La cereza de la torta es Federico Salazar, un hombre inteligente y brillante que se vuelve un leedor de telepromter de lunes a viernes, pero es capaz de destrozar a Vizcarra con una acuciosidad notable los domingos en El Comercio.
En buen romance, mi voz de mi ideología caviar, de la estructura del pensamiento “caviar” en donde nos van a tener que condenar a votar por un pobre diablo como Julio Guzmán, o un tontito como el señor Forsyth, o una comunista clásica como la señora Verónika Mendoza, y ya está.
El mundo ideal, el mundo de los “caviares”. Todo es mentira, todo es falso, pero es una pos verdad.
(*) La Dirección no se hace responsable por los artículos firmados.
