Rafael López Aliaga ha tenido una campaña, para decirlo en términos sencillos, extraordinaria. Se ha posicionado como un tipo que va enfrentar la corrupción de Odebrecht, no ha tenido miedo en enfrenarse al oligopolio bancario, diciendo que va a bajar la tasa de interés, lo propio con los presuntos oligopolios de la medicinas.
Es decir, lo tiene problemas de pelearse con la gente poderosísima de ASBANC, o con los grupos económicos poderosos. Es un tipo que ha respetado a la familia, los valores históricos peruanos, inclusive los religiosos. Has sido terriblemente imprudente y le va a causar seguramente en futuro un gran daño al enfrenarse a los grandes grupos económicos a los grupos de poder de la prensa en el Perú, Grupo El Comercio, Grupo La República, Grupo RPP, ATV, Frecuencia Latina, al decir que les va a quitar la “mermelada” a la prensa. Así y todo, está posicionado en los diversos sondeos, los firmes y los “bambas”, los que tienen apodos y los que transcienden como prácticamente un “bolo” fijo para la segunda vuelta.
Es decir, es un hombre que tiene un premio en la vida, digamos que todo lo que el común de los seres humanos quiere, es decir, plata, poder, prestigio, una inmensa fortuna y paradójicamente puesta al servicio de los más pobres y no para sí mismo. Porque una de sus virtudes es que, siendo inmensamente rico, se haya negado a vanagloriarse de su propia riqueza para sí y la comparte con los demás. Todo indica que será una persona importante en la historia del Perú, en el futuro inmediato. Y miren que destino tan paradójico el de Martín Vizcarra Cornejo, un maldito, un miserable, acaso el presidente más malo que hayamos tenido en la historia del Perú, destrozó todas las instituciones el Poder Judicial, el Consejo Nacional de la Magistratura hoy convertido en la Junta Nacional de Justica, “vizcarrista al mango”, la Fiscalía de la Nación, con la vergüenza de Pablo Sánchez, Zoraida Ávalos, las fiscalitas Sandra Castro y Rocío Sánchez que se reunían con él en su casa. ¡Y fíjense! Está a punto de ser inhabilitado este sábado, con 66 votos, es decir, la mayoría calificada de la mitad más uno, tendría que dejar el espectro político por 10 años, no le importaría si tiene votos congresales para llegar a tener una curul.
Eso lo va a poner en condición prácticamente de peatón para enfrentar sus juicios, en donde muy probablemente sea considerado culpable con 28 años de prisión. Y estamos hablando acaso del hombre más poderoso en la historia del Perú, en un pasado muy reciente, de apenas 5 meses, en que el hombre hacía lo que le daba la gana, con toda la prensa admirándolo y con uno que otro loco criticándolo y el suscrito entre ellos. Y este diario ciertamente. Qué paradójica es la historia, son dos hombres con una formación absolutamente disímil.
Uno, un hombre dado a generar riqueza, a compartir con los demás, ciertamente con sus ideas religiosas tan marcada. Y el otro, un maldito, un tipo que no cree en nadie, que no cree en Dios, que ha sido el causante no solamente de la destrucción institucional del Perú sino de una mortandad como nunca antes vista. Un cabal genocida este Vizcarra. ¿Qué destinos tan diferentes, no? Uno podría ser Presidente del Perú y pasar a la historia como un benefactor único en nuestra historia. Es muy raro, que un filántropo termine siendo el hombre más poderoso del Perú. Y que a su vez, otro que ha tenido esa honra y esa distinción termine muriendo en la cárcel. Espero asfixiado, si es que la justicia realmente existe.
