La situación escandalosa del día de ayer es bastante más transcendente que el simple hecho de que el portal El Foco haya hecho público un audio de una reunión de trabajo de Sagasti.
Esas son formalidades y a la hora de la hora tonterías que no tiene nada que ver con lo que le importa a la gente. Es muy sencillo: ¿Vienen o no vienen las vacunas? Por voz de la propia Violeta Bermúdez, ha dicho textualmente “no podemos confirmar aún la llegada del lote del millón de vacunas si es con Air France u otra aerolínea, estamos a la espera que nos confirmen la nueva ruta y la nueva fecha de la llegada al Perú”.
Pero también es palmaria la situación de desinformación a la cual nos está exponiendo el Gobierno. El propio Presidente de la República ha dicho a sus colaboradores, presuntos ministros y viceministros, y seguramente otros jefes de comunicaciones, que no tienen ninguna certeza, inclusive con “contratos firmados” sobre el cronograma de entrega.
Y se ha referido a los problemas que tienen las grandes fábricas del mundo, como AstraZeneca o Pfizer, para cumplir con el suministro de los países del primer mundo, llámese Inglaterra, España, Alemania, Francia y los países poderosos que tienen mucho dinero, con ciertamente más influencia que el Perú.
Entonces, si él sabe eso, ¿Por qué a la señora Violeta Bermúdez se le ha ocurrido afirmar que antes que termine el mandato de este señor, supuestamente el 28 de julio, van a aceptar la posibilidad de vacunar a 10 o 15 millones de peruanos?
Evidentemente, si la señora no tiene una base cierta, esa conclusión es una mentira y no solo miente sobre eso, sino también sobre la posibilidad de que el Perú vacune al 70% de los peruanos antes de Navidad.
Ya estamos hablando de gente que sí se da cuenta de las mentiras que está diciendo, porque entre ellos se lo comentan.
Entonces estamos ante un Presidente que lo único que tiene es una campaña de comunicación mal hecha. Lo importante no son las comunicaciones ni cómo dicen las mentiras. Es básicamente si dice la verdad o no la dice.
Resulta una cabal estupidez pensar que en China uno no pueda fletar un vuelo chárter como en Miami uno no puede dejar de alquilar un carro. Estamos hablando de un gigante comercial, la segunda economía más grande del mundo.
El problema no es el avión, porque para colmo el vuelo lo paga el esfuerzo privado de la sociedad de Confiep y de Respira Perú. El problema es que estos señores no saben dónde están parados y nos están mintiendo sistemáticamente, y no dicen nada de las compras de pruebas moleculares ni de plantas de oxígeno, que es lo que necesitamos en este momento.
La gente se está muriendo, las colas son inmensas, las quejas con respecto al oxígeno son igual de contundentes en Huánuco, Chiclayo, Ica o Lima. En Arequipa ya hubo un tercer suicidio en los hospitales de la ciudad del Misti.
La situación es de absoluta desesperación y desolación. Seguimos en huelga médica, seguimos en huelga de la gente de EsSalud, la señora Molinelli hace lo que se le da la gana con sus compras y la Primera Ministra la blinda diciendo que en este momento es impertinente sacarla.
La que tendría que renunciar es la Premier Violeta Bermúdez, así como la señora Mazzetti, y cómo no, hasta el propio Presidente de la República, que ha sido ampayado en una flagrancia absoluta. Es evidente que nos están meciendo.
Por eso, bien dice el dicho “En la boca del mentiroso, lo cierto se hace dudoso”. Por eso es que se niegan a que los privados puedan importar las vacunas, cuando sabemos ya que en EE.UU. las farmacias van a comenzar a vacunar en pocas semanas.
Así son de miserables los comunistas que nos gobiernan. Simple y llanamente quieren que el país quede destrozado a sus pies, para iniciar la anarquía y la revolución, esa que tanto anheló Chávez para su país y que hoy sufren los venezolanos con Maduro.
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