Tal como informamos ayer, amigo lector de LA RAZÓN, existe una empresa, Kpc Biotech, que tiene en su poder 55 millones de vacunas Oxford AstraZeneca, para ser vendidas a quienes a ellos mejor les parezca.
La empresa ratifica que ha presentado esa oferta al Ministerio de Salud, de la señora Pilar Mazzetti. Ellos aducen poder traer a Lima a U$ 8, full costo, cada una de las dosis para que se vacunen a los peruanos. Si son dos dosis por cada vacuna, estamos hablando de que vacunar un peruano costará U$ 16.
Estos señores no solo han ratificado su intención de vender sus vacunas, sino que le han presentado una carta al señor Nelson Shack, Contralor General de la República, alertándole que hicieron esta oferta, de tal manera que el Ministerio de Salud, si mañana o más tarde compran vacunas similares a un precio muy superior, tendrán que explicar seguramente en una investigación muy seria, el por qué no optaron por agotar la vía de la compra de esta empresa.
Aclarando, que en sendos comunicados el Ministerio de Salud ha hecho saber que están en averiguaciones si esta empresa tiene representaciones en el Perú.
Por su parte, AstraZeneca ha dicho que la empresa Kpc Biotech no es su representante. La pregunta cae de madura ¿Qué nos importa eso? La pregunta que tiene que hacer la señora Mazzetti es si son o no vacunas fidedignas y oficiales de AstraZeneca, porque no es la única manera cómo uno puede adquirir ¿O acaso no ha comprado decenas o miles de aparatos, vacunas, medicinas a intermediarios, durante todo el Gobierno de Sagasti y el de Vizcarra?
Acá la pregunta es muy sencilla. ¿Quieren o no quieren comprar la vacuna? Estamos entre falacias, comunicados de prensa, como si esto fuera un tema de personas o de egos.
Si se tiene cómo comprar las vacunas a U$ 16 para salvar la vida de los peruanos y estos señores pueden hacer llegar la vacunas al Aeropuerto Internacional Jorge Chávez, Velasco Astete de Cusco o la Rodríguez Ballón, de Arequipa, o al que usted quiera, que lo hagan.
Acá lo que nos importa es salvar la vida de los peruanos ¿Cuál es el inconveniente? ¿Acaso han pagado demasiado por la vacuna Sinopharm? Otra pregunta ¿Por qué es secreto el precio de la Sinopharm?
En cambio los señores de Kpc Biotech nos dicen claramente con documentos que ya son de dominio público que ellos cobrarían 16 dólares por cada vacuna, es decir por las dos dosis.
Hay algo muy turbio, muy chueco. El Contralor Nelson Shack, una vez informado de este contexto, debería abrir una investigación a la señora Pilar Mazzetti y para que explique por qué no se le da la gana de seguir con este proceso, porque por último, nosotros tenemos un Embajador en Estados Unidos, que puede ratificar que esta es una empresa seria.
Tenemos un embajador en el Reino Unido que puede ratificar si esta vacuna es oficial y fidedigna de AstraZeneca.
Lo de la representación es un tema muy secundario porque lo que importa es la vacuna y si ésta tiene una garantía. Esto es lo mismo que comprarse un Mercedes Benz en Divemotor, o un BMW en Inchcape. A usted le importa que el carro sea hecho en Alemania por estas empresas.
El día que lo tenga que afinar irá a estos talleres y le atenderán con su carro. Es lo mismo que comprar cualquier otro implemento o artículo a un intermediario. El punto es si el artículo es real y fidedigno.
El tema es saber si va a salvar la vida de los peruanos o no. Ese es nuestro real interés.
Qué extraño que se siga manteniendo en secreto el contrato con Sinopharm, que dicho sea de paso solo se agota en las primeras 450 mil dosis, cuando acá estaríamos hablando de 25 millones de dosis.
¿Qué oculta la Mazzetti? ¿Qué cosas no quiere que se sepa el Presidente Sagasti? ¿O se están comiendo un papelón con el contrato de Sinopharm?
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