Keiko Fujimori declara que no va a “terruquear” a nadie y de inmediato Pedro Castillo se presenta en Cajamarca lloriqueando, así tal como lo lee, amigo lector de LA RAZÓN, con lágrimas en los ojos, balbuceando, aduciendo que su pobre hijita no puede dormir porque ha escuchado que a su papi le dicen “terruco”.
Qué barbaridad, la capacidad teatral de alguien abiertamente pro senderista como Pedro Castillo, que tiene que hacer pensar de lo que podría ser capaz si es que tiene poder.
Para comenzar, indultaría a Abimael Guzmán, cómo no a Víctor Polay y su cúpula. Es más, ya adelantó que también indultaría a Antauro Humala simplemente porque tendría el poder presidencial de hacerlo, cosa que es cierto. En la Constitución Política del Perú no existe ningún prerrequisito ni condición para que un Presidente indulte a quien quiera que sea de tal manera que hay que ser bien tonto para pensar que él no va a indultar a sus camaradas.
Que no se haga el ingenuo, que siga con mocos enjuagados, porque dentro de su lista congresal hay cuatro terrucos que han sido electos. Bestialidad del pueblo peruano o no, así es la democracia.
En teoría, los organismos electorales debieron haber impedido que esos señores concursen, pero de que ya tienen un escaño.
Por otro lado, llama la atención que Alberto Beingolea haya renunciado a su cargo directriz en el PPC. Lo que debería anunciar mi buen amigo es su retiro de la política y el PPC tendría que dejar de ser un grupo de abogados que pretenden obtener poder político para generar contratos y negocios, porque todos saben que el PPC terminó siendo el partido del Lobby entregado a las manos de Odebrecht y a sus alianzas con la extrema izquierda de Susana Villarán. Sería bueno que tenga un poquito de sindéresis, por no decir decencia y dejen de insistir en reinscribirse.
También llama la atención el que haya llegado a cruzar la valla electoral el Partido Morado. Ellos crecieron inopinadamente a un ritmo diferente que sus demás contendores. Eso no solo lo han notado López Aliaga, Keiko o inclusive Hernando de Soto, sino hasta el mismo Jorge Nieto Montesinos, que casi como el profesor Castillo que muerde el polvo de la derrota pero rogando a un dios en el cual no cree, poder tener una escasa cantidad de votos más para poder pasar la valla electoral.
Así son los caviares, viven del Estado y no pueden dejar de hacerlo, como Susel Paredes, una cinco veces fracasada funcionaria pública en el área de fiscalización de diversas municipalidades, que por estas cosas de las cifras repartidoras milagrosas, termina teniendo una curul para ver el mejor sueldo de toda la vida de los Paredes.
Recordemos que esta señora o señorita se jactaba de ser mantenida por su esposa, cuando todos sabemos que en el Perú no hay matrimonio del mismo género y que por último, ser mantenido es una vergüenza para una persona sana y buena como es ella.
Pero además, tenemos a Vizcarra intentando que le reprogramen su audiencia de hoy en el Congreso, donde tendría que ser inhabilitado cuando menos diez años por el caso de Vacunagate y luego en los tribunales, donde tendría que ser encarcelado 28 años por ladrón y coimero, pero recuerden que este tipo es un hombre de mil recursos y seguramente va a perder carísimo el polvo de su derrota.
Por supuesto, un jalón de orejas con coscorrón a la gente que voto por él. Realmente hay que ser bien bruto y sinvergüenza para darle el apoyo a un tipo que ha hecho tanto daño al Perú.
También llama la atención que Renovación Popular haya pedido reconteo de actas y los demás partidos no se preocupen por chequear eso. Me pregunto ¿El statu quo a todo el mundo beneficia?
Y dicho sea de paso llama la atención que la señora Violeta Bermúdez aplauda un proceso “transparente y muy verídico”, cuando sabemos que Piero Corvetto ha tenido una pésima gestión, con un ausentismo de 29.5%, casi la tercera parte del electorado, y con una barbaridad hecha con las mesas que se abrieron para que primero vayan los abuelitos, que al final, ante el fracaso y la tardanza, se retiraron sin votar, perjudicando evidentemente al candidato de Renovación Popular que tenía en la fuerza conservadora y en la gente mayor de edad un caudal electoral. A mí estas elecciones no me han parecido transparentes, de modo alguno.
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