Por: Phillip Butters / Mientras que en el Perú estamos atosigados con la pandemia del covid-19, con todos los escándalos de corrupción del Presidente de la República, y su gavilla de moqueguanos, la “Waripoleras” de la misma localidad, no han cavilado en algo gravísimo que está sucediendo en el sector educación. Para arrancar, en el Congreso se les ocurre la peregrina idea de reingresar a los profesores, que no han dado la talla, que los han jalado, pero que además no tienen título profesional, desgracia que se heredó de la primera etapa del Gobierno de Alan García hace 25 años.
Los profesores que no tenían título tenían que capacitarse para tenerlo, como es obvio, pero además tenían que pasar evaluaciones, en donde el profesor tenía que demostrar que sabe la materia y que la sabe explicar. Es decir, tener conocimientos sobre historia, lengua, literatura y ¡pedagogía!. No es mucho pedir, porque es bastante básico. Bueno, jalaron a 14 mil y el Congreso genialmente dice que ingresen otra vez al aparato estatal. Pero además tienen que ingresar los profesores que son directores que son una desgracia porque no saben en donde están parados.
Entonces, al no saber dónde están parados los directores cómo van a dirigir a los otros mensos que han regresado por ser malos, ese es un drama terrible, porque además ha salido una viceministra de educación a decir que los chicos este año, todos van a pasar de año, es decir, no van a jalar de año a nadie. Cosa que es un absurdo porque para comenzar, cuando no han traído un millón de tablets ha habido muchísimos niños, evidentemente, uno de cada 6 niños no han tenido –de los que van al aparato público- la posibilidad de estudiar.
Pero además están los que no han tenido ni laptops ni Pc ni ninguna tablet sino que han tenido que estudiar en el iPhone del papá o en el smartphone de la mamá. Como es obvio, los niños no están preparados para estar mirando 6 o 7 horas un teléfono, pero también están los otros, los chicos del colegio más acomodado que si han tenido esas facilidades, pero no han aprendido lo que tienen que aprender por la elemental razón que el aparato educacional del Perú no está hecho para estudiar a distancia y no es lo mismo que alguna clase de algún colegio de gran nivel que puede ser el Roosevelt, el Markham, el Santa María, el Cambridge o cualquiera de los que cuestan de mil dólares para arriba. Una cosa es que esos chicos estudien y otra cosa es que aprendan.
Lo que se debió haber hecho es decir que todos los muchachos repitan el año que no quiere decir que los jalen de año, sino que se vuelva a comenzar de fojas cero este año y no ésta tontería que está planteando el ministerio de decir que no jalen a nadie, que los que no aprendieron bien, aprendan enero, febrero y marzo o por ultimo llevar un “currículo” bianual, cosa que es una barbaridad, porque van a llegar chicos sin una base y se van a sentir mal y pésimo por no entender lo que viene del próximo año. Pero además hay otro drama, hay cerca de 200 mil muchachos que han estado en colegios privados cuyos padres ya no pueden pagárselo. Y tienen que ir al aparato público que no solamente es más malo que el del año pasado. Va a ser peor el próximo año, porque van a tener una serie de profesores burros y una serie de directores que no saben dirigir.
¿Qué es lo que va a pasar entonces?, un inmenso resentimiento social y una brecha educacional muy grande para con la gente más pobre. Nada el costaba al Gobierno decir que todo el mundo vuelva a hacer el año, y hubiera sido simplemente un gran problema en la clase media y la clase media alta que habría pagado un servicio que le pareció muy caro, que seguramente lo es, pero hubiéramos priorizado la educación de los chicos. Nada de eso se ha hecho, por eso la verdad es que Martín Vizcarra y sus ministros deberían jalar el año. La desgracia está en los chicos que van a quedar con una educación pésima que nos va a terminar costando a todos los peruanos.
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