Aunque su popularidad ha crecido en los últimos años, sus raíces se encuentran en un fenómeno cultural inesperado
El 21 de septiembre, además de marcar el inicio de la primavera, ha dado lugar a una tradición especial en Perú: regalar flores amarillas. Esta costumbre, que ha capturado el imaginario colectivo, despierta curiosidad sobre su origen y significado.
La tradición de regalar flores amarillas se ha vinculado con la serie argentina ‘Floricienta’, donde la protagonista anhelaba recibir flores amarillas como símbolo de amor. Este sencillo gesto, que comenzó como parte de una ficción televisiva, ha resonado profundamente entre los jóvenes.
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Origen de las flores amarillas
Más allá de su origen en la serie, las flores amarillas han adquirido un simbolismo emocional en la cultura popular. Su color vibrante se asocia con la energía, prosperidad y alegría, elementos que acompañan al inicio de la primavera, una estación de renacimiento y nuevos comienzos. Obsequiar flores amarillas refuerza la idea de estar presente en la vida de alguien, transmitiendo un mensaje de apoyo, amor y lealtad.
Regalar flores amarillas el 21 de septiembre se ha convertido en un símbolo de buenos deseos y esperanza, una tradición que, aunque moderna, conecta profundamente con sentimientos universales de afecto y compañía.