El pueblo cubano sufre un boicot económico -que lleva ya 62 años- impopular e injusto, de los Estados Unidos. Impopular porque es condenado por todas las naciones del mundo, salvo una que otra, en la votación de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Las pérdidas para lo cubanos son de más de 144 mil millones de dólares y es afectado en áreas como salud, infraestructura, comercio exterior, energía, restricciones bancarias, etc.
Para colmo de males, Estados Unidos mantiene a Cuba en la lista de “patrocinadores del terrorismo”, junto a Irán, Corea del Norte y Siria, es decir, que apoyan a grupos subversivos que realizan actos terroristas a nivel internacional.
Sería conveniente que, con respecto a Cuba, presente pruebas, debido a que la gran mayoría de países e incluso analistas internacionales, señalan que no se justifica y que se hace, además, para justificar el embargo.
En su momento, el entonces presidente de EE. UU., Barak Obama borró a Cuba de la lista, pero al final del gobierno del mandatario Donald Trump, se volvió a incluir debido a que la guerrilla colombiana del ELN acudió a La Habana para las conversaciones de paz con el Gobierno colombiano.
El Gobierno cubano que considera injusta y política la inclusión en esa lista de marras, ha reafirmado que no tiene vínculos con actividades terroristas, que está comprometido con la paz y ha solicitado que se le retire de la lista por afectar su imagen, su economía y sus relaciones internacionales.
Muchos gobiernos latinoamericanos y caribeños han pedido que Estados Unidos retire de esa lista a Cuba, más aún que el último informe del Departamento de Estado de EE. UU. dirigido al Congreso, señala que “cuatro países –Corea del Norte Irán, Siria y Venezuela– no cooperaban plenamente con los esfuerzos antiterroristas de Estados Unidos en el año calendario 2023”. Es decir, Cuba, no se encuentra en dicho informe.
No obstante, dicho Departamento afirma que su informe “no es suficiente para retirar a Cuba de la lista”, señalando que esta inclusión está sometida a «la ley y los criterios establecidos por el Congreso”.
Al respecto, la presidente de la Liga Parlamentaria de Amistad Perú-Cuba, Silvana Robles, se solidarizó con la isla y condenó el accionar norteamericano tanto en el bloqueo, como en la inclusión de Cuba en esa lista. Y que por ello el pueblo sufre de falta de suministro energético, abastecimiento de medicinas, entre otros.
De otro lado, el entonces miembro de la representación del Perú en las Naciones Unidas, embajador Luis Ugarelli, al dirigir la palabra, con respecto al bloqueo a Cuba, recordó que la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos ha afirmado que el bloque “sigue repercutiendo negativamente en el disfrute de los derechos humanos de la población del país, en particular de las personas más vulnerables”, en especial los derechos a la salud, a una alimentación adecuada y a la educación del pueblo cubano.
Añadió que el Perú se opone a las sanciones unilaterales, y que, bajo el derecho internacional, “las únicas sanciones legítimas son las adoptadas por el Consejo de Seguridad en el contexto del ejercicio de sus competencias para el mantenimiento de la paz y seguridad internacional, de conformidad con el capítulo VII de la Carta, e incluso en estos casos tales sanciones se delimitan de manera clara”.
Es hora que Estados Unidos comience a reajustar, revaluar, su política y relaciones internacionales para no seguir aislándose en el concierto internacional y perder influencia en el Sur Global. Puede empezar con eliminar la “Ley del Garrote” que aplica a Cuba, a invertir en América Latina que abandonó hace años en favor de China y que, por ello, hoy se desespera; en África se encuentra en retirada, al igual que en Medio Oriente; en la guerra en Ucrania, malgasta el dinero de los norteamericanos, que ven solo aumento de la inflación y un bajo crecimiento.
Asimismo, su enfrentamiento geopolítico con China no le hace ningún bien y pierde influencia en la región, así como en Europa, que si bien su influencia es fuerte en las cúpulas de los gobiernos, las elecciones en sus países van en sentido contrario y en el tiempo su influencia no será sostenible.
En parte, cómo se le extraña a Henry Kissinger y a otros referentes.
(*) Premio mundial de periodismo “Visión Honesta 2023”