La 28ª Conferencia Anual del Clima de las Naciones Unidas, que tiene lugar en Dubai del 30 de noviembre al 12 de diciembre, representa un evento clave para impulsar la acción climática a nivel mundial y sobre todo una oportunidad para nuestro país.
En el centro de esta conferencia se encuentra el Balance Mundial, un proceso integral que evalúa el progreso colectivo de los países hacia la realización de los objetivos establecidos en el Acuerdo de París sobre el Cambio Climático. El Balance Mundial es esencialmente un inventario exhaustivo que examina la situación global en términos de acción climática. Su propósito principal es identificar brechas y trabajar de manera colaborativa para trazar un camino más efectivo que acelere la acción climática.
Este ejercicio se lleva a cabo cada cinco años, y la COP28 marcará la conclusión del primer ciclo, proporcionando información valiosa para informar la próxima ronda de planes de acción climática en el marco del Acuerdo de París.
El objetivo clave del Balance Mundial es evaluar el progreso mundial hacia los objetivos del Acuerdo de París, ofreciendo aportes valiosos que permiten a los responsables políticos fortalecer sus políticas y compromisos climáticos.
Esta COP 28 es un punto de inflexión donde se tomarán decisiones cruciales sobre el Balance Mundial, con el potencial de acelerar la ambición climática en la próxima ronda de Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC), programada para presentarse antes de 2025 en la COP30, la evaluación durante el Balance Mundial se enfoca en tres pilares fundamentales: mitigación, adaptación y financiamiento climático.
Durante las reuniones de diálogo técnico que tuvieron lugar entre junio de 2022 y junio de 2023, se elaboró un informe con 17 conclusiones clave. Otros países han delineado sus objetivos estratégicos para la COP28, aprobando recomendaciones con una amplia mayoría.
A pesar de las críticas sobre la elección de Dubai como sede debido a su dependencia de los combustibles fósiles, algunos vemos esta cumbre como una oportunidad para difundir mensajes sobre la necesidad de acción climática y establecer compromisos significativos sobre todo cara a los fenomenos climáticos.
La presidencia de la COP28 ha asumido compromisos importantes, como respaldar la triplicación de la capacidad mundial de energías renovables y duplicar la tasa global de mejora de la eficiencia energética para 2030. Además, se han hecho declaraciones sobre hidrógeno, agricultura sostenible y salud. Sin embargo, la efectividad de la acción climática en el próximo año dependerá en gran medida de los resultados del Balance Mundial. Es importante que los países actualicen sus Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC) en 2024 para reflejar la máxima ambición posible.
Estas nuevas NDC, con un horizonte temporal hasta 2035, deben ir acompañadas de acciones a corto plazo para garantizar resultados tangibles. También se destaca la importancia de informes de transparencia bienales para aumentar la visibilidad y la rendición de cuentas en la acción y el apoyo climático.
En cuanto al apoyo a los países en desarrollo, se espera que las partes acuerden un nuevo objetivo colectivo sobre financiación climática en 2024. La COP28 y el Balance Mundial marcan un momento crucial para intensificar la acción climática a nivel global, y el compromiso de los países será fundamental para enfrentar el desafío del cambio climático.
