El mandatario legislativo reafirmó su legitimidad para ejercer cargos públicos al no tener la condición de procesado ni de haber recibido sentencias
El presidente del Congreso de la República, Alejandro Soto, ha reafirmado su posición frente a las posibles acciones de censura en su contra, anunciadas por el congresista Roberto Sánchez de Cambio Democrático-Juntos por el Perú. Soto, en una conferencia de prensa realizada el viernes 18 de agosto, declaró que no siente temor ante la posibilidad de enfrentar una moción de censura.
En respuesta a los cuestionamientos en su contra, Soto expresó: «Felicito al congresista Sánchez por emprender la tarea de recolectar firmas para promover mi censura. No tengo temor a enfrentar una censura». El presidente del Congreso ha sido objeto de diversas acusaciones y denuncias que han generado controversia en el ámbito político y mediático.
Además, Alejandro Soto informó que se encuentra dispuesto a comparecer ante la Comisión de Ética para esclarecer las denuncias en su contra, que incluyen alegaciones de nepotismo y posibles irregularidades en su declaración jurada durante su postulación al Congreso. Estas medidas buscan transparentar su actuación y aportar claridad a los señalamientos en su contra.
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Soto también abordó los informes periodísticos que sugieren la existencia de más de 50 carpetas fiscales en su contra. El presidente del Congreso aclaró que si bien existe un registro en el Ministerio Público, no está relacionado con procesos vigentes ni sentencias condenatorias.
El mandatario legislativo reafirmó su legitimidad para ejercer cargos públicos al no tener la condición de procesado ni de haber recibido sentencias. En este contexto, hizo referencia a su capacidad para desempeñar su rol como presidente del Congreso y congresista.
En relación a un presunto delito de estafa y falsedad genérica, Soto afirmó que la empresa Waynapicchu sí le abonó la suma de 265,000 dólares por la venta de un terreno en Cusco. Además, aclaró que no fue él quien redactó la Ley N° 31751, norma que le permitió eludir una sentencia judicial en este caso específico.
«Quieran o no, he ganado el proceso judicial por prescripción», puntualizó Soto. En cuanto a la adquisición y venta del terreno, admitió haber comprado la propiedad por 5,000 dólares y posteriormente haberla vendido por 265,000 dólares. Estas declaraciones buscan proporcionar claridad sobre aspectos relevantes en medio de las acusaciones en su contra.
