Una gran parte del cobre producido en Perú se extrae de las regiones del sur, donde hay mayor conflictividad social.
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Perú, en el contexto mundial, sigue posicionado como el segundo mayor país productor de cobre en el mundo, solo por debajo de Chile. El año pasado, el país registró una producción de 2.4 millones de toneladas métricas de cobre de mina, que es el 11% de la producción mundial de mina estimada. Estas cifras representan un crecimiento de 4.8 % respecto al 2021.
Dicho aumento de producción sucedió durante las paralizaciones que se registraron en algunas empresas mineras por los bloqueos de carreteras. Estos bloqueos se dan en medio de las violentas protestas que exigen la renuncia de Dina Boluarte.
En el país, la mayor parte del cobre se produce en las regiones del sur del país, zona donde se observa un alto índice de conflictividad. La producción de cobre en esos lugares (Cusco, Puno, Apurímac, Ayacucho, Tacna, Moquegua, Ica y Arequipa) significa el 65.2 % de la producción total del Perú.
Según el Asociado de Inversiones de Prima AFP, Omar Avellaneda, este 2023 podemos observar el mercado de cobre en niveles de demanda y producción muy parecidos a los de un mercado balanceado. Sin embargo, es importante considerar la continuidad de las protestas.
“Si hay persistencia en protestas y mayores disrupciones en la producción de cobre del país, esto puede hacer que se pase a un mercado en déficit. Y es importante mencionar esto porque en otras partes del planeta también están sucediendo disrupciones, no necesariamente por protestas, sino por menores leyes de mineral, problemas técnicos, y mayor complejidad de las operaciones mineras”, asegura.
Precios
De acuerdo con el especialista, se estima un precio promedio de cobre de US$ 8,500 por tonelada métrica (US$ 3.86 por libra) para este año. “No obstante, si la situación de la producción de cobre en mina se complica, el precio del cobre podría estar de manera sostenida por encima de US$ 9,000 (USD 4.08 por libra)”, señala.
Según Avellaneda, las protestas sociales representan un “impacto material para el país, debido a los menores ingresos por impuestos y por los bienes y servicios locales que demandan estas operaciones”.
“Teniendo en cuenta que somos los segundos productores de cobre, hay un impacto en el mercado físico y en el precio del cobre. Mientras no se solucionen estos acontecimientos, esto generará un mercado mundial de cobre con menor suministro de cobre y, por ende, elevará el precio del cobre”, finaliza.
