Entrevista a analista político César Campos
Pablo Carranza Espinoza
Preocupado por la intromisión del espionaje cubano, conocido como “G2”, en la política de nuestro país, el analista César Campos exigió que el servicio de contrainteligencia del Estado peruano inicie acciones para contrarrestar esta “operación de desestabilización social”.
En ese sentido, concluyó que el Perú se está jugando su futuro ante la agresiva campaña que ha emprendido el “Foro de Sao Paulo y sus brazos operativos” contra el gobierno de la presidenta de la República, Dina Boluarte, quien representa la “democracia y la institucionalidad nacional” porque llegó al poder por la vía de la “sucesión constitucional”.
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¿Cuán cierto es que la crisis sociopolítica actual es fomentada por fuerzas exógenas?
Es evidente que para los presidentes de izquierda de Latinoamérica la política peruana es más importante en estos momentos con Dina Boluarte en la Presidencia, que antes cuando estaba Pedro Castillo; y para mí esa no es una casualidad, como que tampoco lo es la prolijidad con la que se organizan los actos vandálicos en el Sur peruano por parte de grupos de izquierda, que claramente obedecen a una agresiva campaña que ha emprendido el Foro de Sao Paulo y sus brazos operativos.
¿En ello está implicado el espionaje cubano?
Es sabido que sí. Cuba no quiere perder su poder en la región. Estamos desprotegidos y es necesario para la soberanía nacional que el servicio de contrainteligencia del Estado inicie acciones para contrarrestar esta operación de desestabilización social que no se detiene, cuya dirección recae en el embajador cubano en Perú, Carlos Zamora.
¿Desde cuándo hay este tipo de actividades en Perú?
Desde la década del 70 comenzaron a venir inmigrantes que huían de la dictadura de Fidel Castro, pero lo cierto es que los agentes cubanos trabajan hoy en nuestro país en el ámbito privado y empresas públicas, además también hay médicos, enfermeras, odontólogos, científicos, maestros, entre otros. Incluso, Luis Almagro, secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA), denunció que Cuba exportaba sus mecanismos de terror a Venezuela y que sus agentes encabezaban las torturas contra los presos políticos.
¿Cómo comenzaron estas acciones en América Latina?
Fue cuando Hugo Chávez y Fidel Castro sellaron una alianza a partir de 1994 para el envío de miles de agentes de inteligencia a administrar las estructuras de poder de Caracas, es decir servicios de inteligencia, fuerzas armadas, sistema sanitario, economía, etc. Este acuerdo fue significativamente beneficioso para La Habana. Caracas enviaría entre 90 y 100 mil barriles diarios a Cuba a cambio del envío de médicos, maestros y entrenadores deportivos.
¿En qué otros países están operando?
En la actualidad Bolivia es otro de los países con mayor influencia de las fuerzas de espionaje cubano, Ecuador también mantenía un estatus similar con sus pares cubanos, situación que está enfriándose con la llegada de Guillermo Lasso al poder. En conclusión, desde Venezuela, Cuba pretende expandir su ideología al resto de la región con su maquinaria de espionaje que incluye expertos en ataques cibernéticos, hackers, control de llamadas y escuchas telefónicas.