Esta decisión llega solo una semana después de otra destitución
En una serie de movimientos inesperados en el ámbito de la defensa rusa, el presidente Vladimir Putin ha destituido al viceministro de Defensa Yuri Sadovenko, reemplazándolo con Oleg Saveliev, quien hasta ahora se desempeñaba como auditor en la Cámara de Cuentas de Rusia. Esta decisión llega solo una semana después de la destitución del ministro de Defensa Serguéi Shoigú, quien ahora ocupa el cargo de secretario del Consejo de Seguridad ruso.
El general Sadovenko, que había sido nombrado viceministro en enero de 2013, deja su puesto en un momento de notable reorganización dentro del Ministerio de Defensa. La salida de Shoigú, quien lideró el Ministerio de Defensa durante más de una década, fue seguida rápidamente por la detención de un alto cargo del ministerio por un presunto caso de corrupción. Esta es la segunda investigación por corrupción que involucra a altos mandos de la defensa en menos de un mes, después de que el viceministro Timur Ivanov, cercano colaborador de Shoigú, también fuera detenido bajo las mismas acusaciones.
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En medio de este clima de cambios y escándalos, Putin firmó el 14 de mayo un decreto que confirmó al economista Andréi Beloúsov como nuevo ministro de Defensa. Beloúsov, de 65 años, había sido el segundo al mando del Gobierno ruso desde enero de 2020, donde tenía responsabilidades que incluían la coordinación de la fabricación de drones y equipos de guerra electrónica. Este nombramiento ha sido justificado por Putin debido a la necesidad de gestionar los vastos recursos destinados a la defensa y a la modernización de las Fuerzas Armadas y la industria militar.
Putin ha subrayado la importancia de estos cambios en el contexto de la situación actual del país. Este lunes, estimó que el gasto en defensa y seguridad para este año representará un 8,7% del Producto Interior Bruto (PIB). Argumentó que este elevado gasto es esencial para mejorar continuamente las capacidades del Ejército ruso, que, según él, está mejorando «diariamente» sus posiciones en el frente, sugiriendo una confianza en la estabilidad y eficacia del Estado Mayor bajo la