Vladimir Putin sigue extendiendo su red de espionaje por todo el mundo
Luego de que decenas de países decidieran, en los últimos meses, limitar la presencia de funcionarios rusos en sus territorios, Dinamarca abrió la puerta a uno, particularmente peligroso.
En febrero de este año, el Ministerio de Asuntos Exteriores aprobó el ingreso de Vladimir Grekov, un soldado spetsnaz de élite y coronel del GRU, con vasta experiencia y altamente condecorado, bajo el título diplomático de agregado militar en Copenhague.
Según reveló una investigación conjunta de Information y el diario holandés NRC, se desempeñó en las fuerzas especiales de las Tropas Aerotransportadas rusas (VDV) y fue director del cuartel general del servicio de inteligencia, entre otros cargos que ocupó durante las últimas décadas y que lo volvieron un hombre de confianza de Putin.
Su llegada se dio menos de un año después de que el Gobierno danés decidiera expulsar a unos 15 empleados de la embajada rusa, identificados como oficiales de inteligencia de GRU y la SVR.
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«Con esta decisión estamos enviando una señal clara a Moscú de que no aceptaremos que agentes de inteligencia rusos lleven a cabo espionaje en suelo danés. Suponen un riesgo para nuestra seguridad nacional que no podemos ignorar», declaró entonces el ministro de Asuntos Exteriores, Jeppe Kofod.
El Servicio de Seguridad e Inteligencia (PET) aseguró que se trató de un duro golpe a la capacidad de Rusia de espiar en su país.
Sin embargo, los posteriores hechos sugieren algún tipo de cambio en la postura de los funcionarios locales, que no consideraron o hicieron caso omiso a los peligros que pueden conllevar la presencia de este sujeto en el país sobre todo considerando que, en los últimos meses, Dinamarca se posicionó como una de las naciones que más apoyo brindó a Ucrania.
«Imagino que el Servicio de Seguridad e Inteligencia danés es consciente de lo que un hombre así es capaz de hacer y de lo que, sin duda, intentará hacer», sostuvo el antiguo analista del PET, Jacob Kaarsbo. «Probablemente implicará actividades operativas y subversivas, quizá incluso, una guerra híbrida», agregó.