Carlos Bruce
Cuando las perspectivas económicas se van consolidando como muy positivas, el escenario político presenta riesgos de alterarse por un ruido político que afectaría la institucionalidad y que sería muy dañino para la recuperación económica. Algo que debemos evitar por todos los medios posibles.
Así, estando el país ingresando a una fase de recuperación económica con proyecciones de crecimiento moderados, deberíamos estar todos abocados íntegramente a impulsar los motores del crecimiento sin distraernos en nada que nos aleje de este objetivo.
Sin embargo, este escenario que está a la espera de los efectos favorables de la inversión pública que se prevé en el plan de reconstrucción que estamos realizando con el concurso del sector privado, corre el riesgo de enrarecerse por las tensiones políticas que amenazan con agravarse.
Por ello, hoy la situación del país demanda la acción responsable y mesurada de todos los actores políticos para hacer que todos los poderes funcionen en la dirección que le conviene a los intereses nacionales.
Esto exige, quieran o no, diálogo y acuerdos entre el gobierno y las fuerzas políticas enfocado en garantizar la estabilidad política y el clima propicio para el impulso de las inversiones. Asimismo, se necesita asegurar por parte de los actores políticos el respeto irrestricto a la independencia de poderes como factor fundamental para el fortalecimiento de la institucionalidad.
Lo que debemos evitar es que el país retorne nuevamente a esa destructiva espiral de encono y enfrentamiento entre fuerzas políticas y entre poderes del Estado, por las graves consecuencias que se producirían para perjuicio de todos los peruanos.
En lugar de estar avizorando malos escenarios en la política, deberíamos más bien estar centrados en impulsar los motores del crecimiento dentro de una coyuntura económica favorable para el país. Ahora es cuando más se necesita el concurso de todos para seguir avanzando.
Hoy los agentes económicos están atentos a lo que ocurra entre los actores políticos para evaluar sus expectativas de inversión a corto y mediano plazo, factor clave para garantizar la estabilidad económica y el crecimiento sostenido.
No permitamos la reedición del erosivo ruido político que ensombrece el panorama económico que tenemos por delante. Las soluciones urgentes que requieren los problemas nacionales exigen de todos los actores políticos deponer intereses de grupo pensando en el país y su futuro.
(*) Ministro de Vivienda