Yoon Suk Yeol desata crisis política sin precedentes en Corea del Sur tras intentar imponer la ley marcial
Corea del Sur está enfrentando una de sus crisis políticas más graves en décadas después de que el presidente Yoon Suk Yeol intentara imponer la ley marcial, una medida que provocó un rechazo inmediato tanto en el Parlamento como entre la ciudadanía. La propuesta, que buscaba dar al gobierno un mayor control sobre la situación interna del país, fue considerada excesiva y autoritaria, generando un fuerte debate sobre el futuro político de la nación.
La reciente declaración del presidente surcoreano Yoon Suk Yeol, en la que intentó imponer la ley marcial, aunque revocada horas después, ha generado una grave crisis política en el país. La medida provocó protestas masivas en Seúl, así como llamados inmediatos a la destitución del mandatario. Además, este intento ha acelerado su creciente aislamiento político, en un contexto en el que ya enfrentaba serias dificultades para avanzar con su agenda debido al control de la oposición en el Parlamento.
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La imposición y revocación de la ley marcial
En una decisión sin precedentes en la historia reciente del país, Yoon Suk Yeol decretó la ley marcial argumentando una supuesta amenaza “antiestatal” vinculada a fuerzas opositoras y presuntas conexiones con Corea del Norte. Durante las seis horas que la medida estuvo en vigor, cerca de 300 militares rodearon e ingresaron al edificio del Parlamento, mientras helicópteros y vehículos blindados ocupaban las calles de Seúl. Según el secretario general del Parlamento, Kim Min-ki, las tropas ingresaron al recinto utilizando helicópteros y escalando las vallas, rompiendo ventanas para acceder al interior.
Legisladores y trabajadores se enfrentaron a los partidarios de la medida, utilizando extintores y barricadas improvisadas para frenar su avance, lo que dio tiempo a los diputados para votar en contra. La respuesta fue clara: con 190 votos a favor de la revocación, incluida la participación de varios legisladores del propio partido del presidente, la ley marcial fue rechazada.