IVÁN TORRES LA TORRE
El presidente y su referéndum “delivery”, hizo su campaña en cuanta presentación tuvo, a favor de la engañifa de la “consulta popular”; vocifera que lucha contra la corrupción pero todo sigue igual; respalda a ciertos fiscales con una clara muestra de una conducta invasiva a otros poderes del Estado; se nombra a una comisión de reforma de justicia con caras que son más de lo mismo y en general, una serie de actitudes casi inertes sin un plan de gobierno claro, concreto ni expuesto, mientras el peruano de a pie avanza en base a su trabajo, en medio de una inseguridad ciudadana, de un show político y sobre todo, camina en un país sin inversiones que generen movimiento económico y mayores puestos de trabajo.
Por otro lado, la bancada más numerosa del país se encuentra desprestigiada, desarticulada por su falta de tacto político, mientras que la bancada oficialista, fraccionada en subgrupos, no muestra conexión con su presidente; una izquierda que no aporta nada, salvo vociferías en señal de protesta que no distan en nada de otras bancadas de izquierda que llegaron al parlamento años atrás.
El poder judicial se encuentra en su peor crisis histórica, invadido de la vergüenza nacional por los audios expuestos al país entero, destruyéndose el principio de autoridad y con ello, un ministerio público con problemas internos que hacen daño a la entidad donde supuestamente se debe perseguir el delito.
Nuestras fuerzas armadas y policiales están totalmente desmoralizadas, sin recursos, sin políticas de Estado que les permitan actuar; sin presencia nacional pues solo han sido víctimas de denuncias certeras por enemigos de patria y, otras denuncias que bien ganadas las tienen por algunos malos elementos en sus cuadros.
Ante esto, la gran pregunta es ¿quién gobierna? Hasta los ministros se encuentran ausentes. Es un gabinete frívolo, irrelevante, que sabe Dios en qué ocupará sus días, salvo los miércoles que asisten a las sesiones de consejo de ministros.
Definitivamente lo descrito en la presente columna es una realidad. No hay forma de maquillarla ni disfrazarla. Es lo que tenemos y acá se aplica la frase “a río revuelto, ganancia de pescadores”. Sin embargo, este “río revuelto” no trae ganancia para los peruanos, salvo para algunos grupos de poder que se están favoreciendo de manera impresionante frente al desdén del actual gobierno y al adormecimiento de todos los sectores productivos del país.
Finalmente, ¿quién gobierna? Es la pregunta que nos hacemos todos los peruanos de a pie, quienes esperamos el verdadero giro histórico de nuestra grande y noble nación. Hasta la próxima semana.
